Los viajes de Marco Polo/Libro II/Capítulo XIX
CAPITULO XIX.
El gran señor envía mensajeros por todos sus dominios para saber si las gentes han recibido años á consecuencia de las tempestades, y como haya sucedido así, no pide tributos, sino que da á los perjudicados granos que coman y para sembrar. Lo mismo hace cuando mueren animales: da de los suyos al que ha perdido alguno.
Sucede, por el contrario, que cuando la esecha es grande hace recoger enormes cantidades de granos de toda clase, y los deposita en grandes almacenes que pueden contener repuestos para tres ó cuatro años. Si las cosechas faltan y sobreviene la carestía, echa mano de los dep sitos y vende los granos á muy bajo precio; así que todo el mun- do tiene cuanto necesita, y no hay escasez en ninguno de los dominios del gran Kan.
Con respecto á los pobres de Cambaluc, hace que le indiquen las familias indigentesy las provee de trigo y otros cereales: así sustenta un gran número de personas. A los que van á la corte á pedir pan, se les da: no bajan de tres mil las que lo reciben cada dia. Tanta es la boudad de aquel señor y la piedad de su pueblo, que le adora como á Dios.