Mi última tradición
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MI ULTIMA TRADICION
De Bogotá arzobispo fué el señor Cuero,
que era un sabio y un santo de cuerpo entero.
El domingo de Ramos, cuando él misaba,
la misa en un momento finiquitaba,
porque del Evangelio nunca leía
más de un par de versículos, y así decía:
—Perdona, evangelista, si más no leo.
Basta de candideces de San Mateo.