Mitos y fantasías de los aztecas/16

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​Mitos y fantasías de los aztecas.​ de Guillermo Marín Ruiz
Choque de Civilizaciones

Nayarit, Colima y Sinaloa. Y por supuesto, los aztecas jamás dominaron a los pueblos de la Gran Chichimeca, de Querétaro hacia el Norte.

XV. CHOQUE DE CIVILIZACIONES.

EL MISTICISMO Y LA ESPIRITUALIDAD VS. LA CODICIA Y EL CRIMEN.

En 1519 en el Anáhuac hubo más que un choque de civilizaciones. Lo que sucedió aquí hace casi cinco siglos fue una terrible agresión de una civilización a otra. No hubo “igualdad”, no fue un encuentro o choque entre iguales. El ejemplo más cercano es “la invasión de un virus a un organismo debilitado”. Porque la conquista del Anáhuac no pudo darse por un puñado de 850 filibusteros, ni por la supuesta superioridad cultural, racial, religiosa, tecnológica militar, que afirman las voces hispanistas.

La invasión y ocupación del Anáhuac se debió al debilitamiento cultural (religioso ideológico) que había comenzado desde mediados del Siglo IX, con el colapso del Periodo Clásico, la destrucción y desocupación de los centros de conocimiento de la Toltecáyotl, hoy llamados “zonas arqueológicas” y la partida de Quetzalcóatl del Anáhuac.[1] Y la trasgresión religiosa-ideológica producida por las reformas de Tlacaelel, que estaban haciendo crisis al acercarse el año “uno caña” y los llamados “presagios funestos”,[2] los continuos avistamientos de los europeos en el Caribe mexicano y Golfo de México.


“Al leer los escritos de Colón (diarios, cartas, informes), se podría tener la impresión de que su móvil esencial es el deseo de hacerse rico (aquí y más adelante digo de Colón lo que podría aplicarse a otros; ocurre que muchas veces fue el primero y que, por lo tanto, dio el ejemplo). El oro, o más bien la búsqueda del oro, pues no se encuentra gran cosa en un principio, está omnipresente en el transcurso del primer viaje. En el día mismo que sigue al descubrimiento, 13 de Octubre de 1492, ya anota en su diario: ‘No me quiero detener por calar y andar muchas islas para fallar oro’ (15.10.1492). ‘Mandó el Almirante que no se tomase nada, porque supiesen que no buscaba el Almirante salvo oro’ (1.11.1492). ‘Incluso su plegaria se ha convertido en: -Nuestro Señor me aderece, por su piedad, que halle este oro..-’(23.12.1492)”. (Jacques Lafaye. 1991). Dos formas distintas y opuestas de ver y entender el mundo y la vida. En efecto, sí los anahuacas era comunitarios, responsables del equilibrio del mundo, espirituales, simbólicos, sus guerras eran para tomar prisioneros para sacrificarlos y para hacer tributarios a los vencidos, respetando su cultura, su idioma, su religión y sus costumbres. No se trata de “disculparlos” o de “idealizarlos”, vivían un periodo decadente de la larga historia del Anáhuac. Los europeos eran individualistas, responsables de la expansión de la Corona Española. Eran materialistas, directos y concretos, sus guerras tenían el objetivo de enriquecerse personalmente y destruir, esclavizar, despojar, quitando la condición de seres humanos a los invadidos, prohibiendo sus culturas, sus idiomas, su religión y sus costumbres. Asesinaban a los anahuacas a la menor sospecha de las formas más crueles posibles, sin el menor remordimiento. Los invasores no les daban el estatus de seres humanos.

Dos formas diferentes de interpretar el momento histórico y la invasión. Para los anahuacas era el fin de un periodo de crisis producida por los aztecas y el fin de un largo periodo de decadencia en espera del profético retorno del Mesías que todo lo restauraría. Para los europeos era la oportunidad de su vida de hacerse ricos y poderosos. Actuando totalmente fuera de la ley de España y de Dios. Convirtiéndose de golpe en seres casi divinos, con mucho mayor poder y riqueza que las más poderosas monarquías de Europa, situación que los trastornó y los descarriló de su propia empresa, dado que en general, el final de los conquistadores fue trágico. Unos sustentados en la codicia, el ansia de la riqueza, la destrucción y negación “del otro”, el genocidio y un fundamentalismo religioso a su conveniencia personal y circunstancial. Los otros en una visión mística, comunitaria, religiosa fundamentalista sujeta a las trasgresiones estructurales, con un profundo respeto a las leyes— autoridades—instituciones.

Unos prófugos de la autoridad de Cuba. Los otros transgresores de la ancestral filosofía y religión de Quetzalcóatl. Unos en una lucha de conquista. Los otros en una lucha de divinidades menores. Unos en una guerra de exterminio, destrucción y rapiña. Los otros en una guerra sagrada en la que estaba prohibido matar al adversario. Unos en el fin de una era o Sol. Los otros en el inicio del reino español en formación. Unos pensando en la comunidad, los dioses y el honor. Los otros en su interés personal, el poder y la riqueza. El choque de dos formas diferentes de ver y entender el mundo y la vida, que siguen vivas y antagónicas hasta nuestros días. El “México profundo y el México imaginario” del Dr. Bonfil Batalla.

“En el año de mil y quinientos y diez y siete se descubrió la Nueva España, y en el descubrimiento se hicieron grandes escándalos en los indios y algunas muertes por los que la descubrieron. En el año de mil y quinientos y diez y ocho la fueron a robar y a matar los que se llaman cristianos, aunque ellos dicen que van a poblar. Y desde este año de diez y ocho hasta el día de hoy, que estamos en el año de mil quinientos cuarenta y dos, ha rebosado y llegado a su colmo toda la iniquidad, toda la injusticia, toda la violencia y tirana de los cristianos que han hecho en las Indias, porque del todo han perdido todo el temor a Dios y al rey, y se han olvidado de sí mesmos. Porque son tantos y tales los estragos y crueldades, matanzas y destrucciones,


despoblaciones, robos, violencia y tiranías, y en tantos y tales reinos de Tierra Firme, que todas las cosas que hemos dicho son nada en comparación de las que se hicieron; pues aunque las dijéramos todas, que son infinitas las que dejamos de decir, no son comparables ni en numero ni en gravedad a las que desde el dicho año de mil y quinientos y diez y ocho se han hecho y perpetrado hasta este día y año de mil quinientos y cuarenta y dos, y hoy, en este día del mes de septiembre, se hacen y cometen las mas graves y abominables. Porque sea verdad la regla que aquí pusimos, que siempre desde el principio han ido creciendo en mayores desafueros y obras infernarles.” (Bartolomé de las Casas. 1542). La visión material vs. La visión espiritual. El asesinato y el robo vs. El protocolo y la tradición. El etnocentrismo vs. La pluralidad. El lenguaje de la mentira y la simulación vs. El valor de la palabra y las buenas costumbres. El engaño y la traición vs. Los pactos y acuerdos. La guerra para someter y explotar vs. La guerra para llevar corazones que alimentaran al sol. La falta de educación y buenos modales vs. La educación familiar y escolarizada. La suciedad y la enfermedad vs. La higiene personal y comunitaria. La riqueza como máximo valor social vs. El servicio como máximo valor social. El apoyo en la construcción de un imperio vs. El apoyo en el sostenimiento del orden cósmico. La explotación inhumana e irracional vs. La explotación racional y proporcional. El vicio y la ausencia de ley y moral de los invasores vs. La virtud, la ética y una estricta legislación social. El fanatismo religioso como un pretexto imperial vs. El fanatismo religioso como una forma de trascender espiritualmente. Una nueva cultura sincrética en formación (el capitalismo) vs. una milenaria civilización en un periodo de decadencia. El significado de la guerra… para unos y para otros}

“Las personas y bienes de los que hayan sido vencidos en justa guerra pasan a los vencedores. Los vencidos en justa queden siervos de los vencedores, no solamente porque el que vence en alguna virtud excede al vencido, como los filósofos enseñan, y porque es justo en derecho natural que lo imperfecto obedezca a lo más perfecto, sino también para que con esta codicia prefieran los hombres salvar la vida de los vencidos (Que por esto se llaman siervos: “se servare”) en vez de matarlos: por donde se ve que este género de servidumbre es necesario para la defensa y conservación de la sociedad humana...” (Juan Ginés de Sepúlveda. 1490 1573).

PARA LOS ESPAÑOLES:

Era una empresa y una forma de hacerse ricos. Cada quién se armaba, se abastecía y se curaba. Se sustentaba en la masacre y el exterminio. No tenía reglas ni ética ni moral. No eran soldados y no se respetaban las jerarquías. Venían de una tradición, de matanzas y saqueos en la “Guerra de Reconquista” en contra de los árabes y las matanzas de la Edad Media. Existían muchos conflictos, traiciones y crímenes entre los propios expedicionarios. No estaban armados homogéneamente. Buscaban un botín en sus enemigos. Despreciaban a sus enemigos y los consideraban inferiores e indignos de misericordia.

PARA LOS ANAHUACAS: Era una institución sagrada para tomar prisioneros y sacrificarlos con el objetivo de sostener al Quinto Sol.

Era potestad del Tlatócan,[3] tenían rigurosos mandos y complejos procedimientos.[4]

Estaba prohibido matar al adversario y era severamente castigado.

Tenían un riguroso protocolo y se podía pedir el cese de las hostilidades en cualquier momento. Las contiendas se pactaban en tiempo, lugar y número de guerreros.

Los combates no se hacían en ciudades y no existía el saqueo. En casos extremos existía la destrucción de la ciudad tributaria por traición como castigo.

Los ejércitos tenían jerarquías muy respetadas, mandos otorgados por méritos en batalla y ni los hijos de los nobles podían pasar por alto estas reglas. Existían escuelas para oficiales y para tropa.[5]

El combatiente buscaba la trascendencia espiritual al alimentar al Sol.

Creían en la palabra de Cortés y asumían a los europeos como embajadores de Quetzalcóatl.


  1. En la tradición oral, que más tarde recogen los misioneros y la escriben los indígenas convertidos, se recuerda que Quetzalcóatl se fue del Anáhuac porque “había envejecido” y transgredió sus normas morales y éticas, pero dejó dicho que regresaría el año “uno caña” a restaurar la armonía y la sabiduría.
  2. Los ocho presagios, según los informantes de Sahún se dieron diez años antes de 1519.
  3. Consejo Supremo, integrado por ancianos sabios que había servido a la comunidad con eficiencia.
  4. La declaración de guerra se llevaba a cabo después de muchos formalismos y protocolos, a través de un largo y complejo ritual.
  5. Las escuelas toltecas se transformaron es escuelas militares. El Calmécac para oficiales y el Telpochcalli para la tropa. Respectivamente, para los hijos de los nobles y para los hijos de los macehuales.