Oficio de la Semana Santa/Domingo de Ramos
y salen a recivirle con ramos de palmas
Acabada de cantar la tercia, y
hecho el aspersorio como otras veces,
el Sacerdote con capa morada ó sin
casulla, acompañado de los ministros
revestidos en semejante manera,
procede á bendecir las palmas ó
ramos de oliva y de otros árboles
puestos en frente del altar ó al lado
de la epístola: y ante todas cosas
canta el Coro la antífona siguiente.
[1] Hosanna al hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor. ¡O Rey de Israel! Hosanna en las alturas.
de Israel contra Moisés y Aaron en el desierto, diciéndoles: Ojalá hubiésemos muerto por mano del Señor en tierra de Egipto cuando estábamos sobre ollas de carne y comíamos pan en hartura. ¿Por qué causa nos sacasteis á este desierto para matarnos á todos de hambre? Y dijo el Señor á Moisés: He aquí yo haré llover sobre vosotros [2] panes del cielo: salga el pueblo y recoja cada dia lo necesario [3], para probarlo si anda por los caminos de mi ley ó no. Y en el dia sexto aparejen lo que recogieren, y sea doble de lo que solian recoger en los otros dias. Entonces dijeron Moisés y Aaron á todos los hijos de Israel: A la tarde sabreis que el Señor es el que os sacó de tierra de Egipto, y por la mañana vereis la gloria del Señor.
℞. Los pontífices y los fariseos
juntaron concilio, y dijeron: ¿Qué
hacemos? Porque este hombre
obra muchos milagros. Si lo dejamos
así, todos creerán en él: * Y
vendrán los romanos y se enseñorearán
de nuestro país y de nuestra nación.
v. Mas uno de ellos, llamado Caifás, como era pontífice en aquel año, profetizó diciendo:
Conviéneos que un hombre muera
por el pueblo y no que toda la
nacion perezca. Así que desde
aquel dia resolvieron darle muerte
diciendo: * Y vendrán, &c.
℞. En el monte de las olivas oró
al Padre: Padre, si es posible, pase
de mí este cáliz. * El espíritu
ciertamente está pronto, mas la
carne flaca: hágase tu voluntad.
v. Velad y orad porque no entreis
en tentacion. * El espíritu
ciertamente, &c.
que tengan ciriales encendidos, hará la señal de la cruz en el libro; incensarále, y cantará este Evangelio del modo que se suele. Acabado el Evangelio lleva el Subddácono el libro al Sacerdote para que le bese y el Diácono inciensa al mismo Sacerdote.
En aquel tiempo habiéndose acercado Jesús á Jerusalen, y llegado á Bétfage junto al monte de las olivas, envió á dos de sus discípulos, diciéndoles: Id á esa aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada y un pollino con ella; desatadla y traédmelos: y si alguno os dijere algo, decid que los ha menester el Señor, y luego los dejará. Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que fue dicho por el Profeta: Decid á la [4] hija de Sion: He aquí, tu Rey viene para ti manso, [5] sentado sobre una asna y un pollino, hijo de animal de yugo. Y los discípulos fueron é hicieron como Jesus les mandó. Y trajeron la asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus vestidas e hiciéronle sentar encima. Mucha gente tendia sus vestidos en el camino, y otros cortando ramos de los árboles, echabánlos por el camino. Y el pueblo que iba delante y detrás, clamaba diciendo: Hosanna al bijo de David: Bendito el que viene en nombre del Señor.
Despues de esto se bendicen los ramos: el Sacerdote estando en pie en el mismo lado de la epistola dice en tono ferial.
v. El Señor con vosotros.
℞. Y con tu espíritu.
Ó Dios, acrecienta la fe de los que en tí esperan y oye benignamente los ruegos de los humildes: derrama sobre nosotros la muchedumbre de tus misericordias: sean también bende✥cidos estos ramos de palmas ú olivos: y asi como en figura de la Iglesia multiplicaste á Noé al salir del arca, y á Moisés cuando salia de Egipto con los hijos de Israel; así tambien nosotros llevando estas palmas y ramos de olivo, salgamos al encuentro á Jesucristo con buenas obras, y entremos por él en los eternos gozos. El cual contigo vive y reina un solo Dios con el Espíritu santo, por todos los siglos de los siglos. ℞. Amen.
v. El Señor con vosotros.
℞. Y con tu espíritu.
v. Levantad los corazones.
℞. Los tenemos hácia el Señor.
v. Demos gracias á nuestro Señor Dios.
℞. Digno y justo es.
Verdaderamente es digno y justo, saludable y de nuestro deber, que os demos gracias en todo tiempo y lugar, ó Señor santo, Padre omnipotente, eterno Dios, que os gloriais en la congregacion de vuestros santos. A la verdad todas vuestras criaturas os sirven, porque os reconocen por su único Dios y hacedor; y todas vuestras obras os alaban, y vuestros santos os bendicen porque en alta voz confiesan á la presencia de los reyes y potestades de este siglo el augusto nombre de vuestro unigénito hijo; al cual sirven los ángeles y los arcángeles , los tronos y las dominaciones, y acompañados de toda la milicia del celestial escuadron, entonan este himno á vuestra gloria, diciendo sin fin:
Santo, santo, santo es el Señor Dios de sabaoth. [6] Los cielos y la tierra están llenos de vuestra gloria. Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en las alturas.
v. El Señor con vosotros.
℞. Y con tu espíritu.
Pedímoste, ó Señor santo, Padre omnipotente, eterno Dios, que te dignes ben✥decir y san✥tificar estos ramos que hiciste nacer del tronco del olivo semejantes al que llevó al arca la paloma con su propio pico: para que todos aquellos á quienes se distribuyeren, reciban la proteccion de su alma y cuerpo; y el misterio de tu gracia se oonvierta, ó Señor, en remedio para nuestra salvacion. Por nuestro Señor Jesucristo que contigo, &c.
Ó Dios que congregas lo que anda disperso, y conservas lo congregado, y que bendigiste á los pueblos que con ramos salieron a recibir á Jesús ; ben✥dice tambien estos ramos de palma y olivo que reciben con fe tus siervos á gloria de tu nombre: para que en cualquier lugar á donde fueren llevados, alcancen los que en el habitan tu bendicion; y auyentada toda adversidad, defienda tu diestra á los que redimió Jesucristo, tu hijo, nuestro Señor que contigo vive, &c.
Ó Dios que con admirable providencia aun por las cosas insensibles quisiste mostrar los caminos por donde nos conduces á nuestra salvacion: concede, como te suplicamos, que los devotos corazones de tus fieles entiendan provechosamente los misterios que se encierran en el hecho de aquel pueblo, que alumbrado de la celestial luz salió hoy á recibir al Redentor, echando ramos de palmas y olivos debajo de sus pies. Así pues los ramos de palma muestran los triunfos conseguidos del príncipe de la muerte: los ramos de olivo publican en cierta manera haber venido la uncion espíritual. Porque ya entonces comprehendió aquel dichaso pueblo, que se prefiguraba que nuestro Redentor compadecido de las humanas miserias, había de pelear con el príncipe de la muerte para dar vida á todo el mundo. Y por esta causa llevó delante de él ramos de árboles que declarasen la gloria de su triunfo y la abundancia de su misericordia. Por tanto nosotros, conservando con entera fe este hecho y su significacion, humildemente rogamos, ó Señor santo, Padre omnipotente, eterno Dios, por el mismo Señor nuestro Jesucristo; que pues nos elegisteis para miembros suyos, haciéndonos triunfar en él y por él del imperio de la muerte, merezcamos ser participantes de su gloriosa resurreccion. El cual contigo vive y reina, &c.
Ó Dios que por medio de la paloma mandaste fuese anunciada la paz á la tierra con un ramo dé olivo: dígnate santificar con tu celestial bendi✥cion estos ramos de olivo y de otros árboles, á fin de que á todo tu pueblo le sirvan para salvacíon. Por Cristo Señor, &c.
Bendi✥ce, Señor, como te pedimos estos ramos de palmas ú olivos: y haz que lo que tu pueblo practica hoy exteriormente para gloria tuya, lo cumpla en lo interior con una muy encendida devocion, consiguiendo victoria del enemigo, y amando con todas veras las obras de misericordia. Por nuestro Señor, &c.
En llegando aquí, pondrá el Celebrante incienso en el incensario; despues rociará tres veces los ramos con agua bendita diciendo la antífona Asperges me, sin canto ni salmo, é incensará á los ramos tres veces.
Rocíame, ó Señor, con hisopo y seré limpio; lávame y seré emblanquecido mas que la nieve.
v. El Señor con vosotros.
℞. Y con tu espíritu.
Ó Dios que enviaste á este mundo á tu híjo Jesucristo, nuestro Señor por nuestra salvacion; á fin de que humillándose él á nosotros, nos hiciese volver á ti: á cuyos pies tambien, para cumplimiento de las Escrituras, al entrar en Jerusalen una gran muchedumbre de creyentes tendian con muy sincera devocion sus vestidos y ramos de palmas en el camino: concédenos que le preparemos el camino de la fe, en el cual quitado el tropiezo y piedra de escándalo, florezcan ante tu acatamiento nuestras obras con ramos de justicia para que merezcamos seguir sus pisadas. El cual contigo vive y reina, &c.
Acabada la bendicion se llega al altar el mas digno del clero y da un ramo bendito al Celebrante, que no se arrodilla ni besa la mano del que se lo da. Despues el Celebrante estando en pie delante del altar y de cara al pueblo, distribuye los ramos, primero al mas digno que se lo dió, despues al Diácono y Subdiácono revestidos y á los demás clérigos cada uno por su órden, y en último lugar á los seglares. Todos se arrodillan y besan el ramo y la mano del Celebrante, excepto los prelados, si los hay; y cuando se empiezan á distribuir canta el Coro las siguientes antífonas: Pueri hebræorum, &c.
Los níños de los hebreos salieron á recibir al Señor con ramos de olivo en las manos, clamando y diciendo: Hosanna en las alturas.
Los niños de los hebreos tendian en el camino sus vestidos y clamaban, diciendo: Hosanna al hijo de David: bendito el que viene en nombre del Señor.
Si no bastan estas, repítanse hasta que se acabe la distribucion de los ramos. Después dice el Sacerdote.
v. El Señor con vosotros.
℞. Y con tu espíritu.
Omnipotente eterno Dios que ordenaste que nuestro Señor Jesucristo montase en un jumentillo, y que las gentes de los pueblos le estendiesen en el camino sus propios vestidos ó las ramas de los árboles, enseñándoles á cantar Hosanna en su alabanza: concédenos que podamos imitarles en la inocencia, y ser participantes de su merecimiento. Por el mismo Cristo Señor nuestro. Amen.
Hácese después la procesion: y ante todas cosas el Sacerdote pone incienso en el incensario; y el Diácono vuelto al pueblo dice: Procedamos en paz: Y el Coro responde: En nombre de Cristo. Amen.
Va delante el que lleva el incensario con incienso ó humeando: luego el Subdiácono con la cruz en medio de dos acólitos con ciriales encendidos. Síguese el clero por su órden, y al último el Celebrante llevando al Diácono á la izquierda, todos con ramos en las manos. Cántanse las siguientes antífonas, todas ó algunas de ellas mientras durare la procesion.
Acercándose el Señor á Jerusalen, envió á dos de sus discípulos, diciéndoles: Id á la aldea que está enfrente de vosotros, y hallaréis un pollino atado, sobre el cual ningun hombre ha subido, desatadlo y traédmelo. Si alguno os preguntare, decid: el Señor lo ha menester. Desatándolo pues trajéronle á Jesus, y pusieron sobre él sus vestidos, y se sentó sobre él: unos tendian sus vestidos en el camino, otros echaban ramas de árboles, y los que seguian clamaban: Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor: bendito el reino de nuestro padre David: Hosanna en las alturas: ten misericordia de nosotros ó hijo de David.
Habiendo oido el pueblo que Jesus venia á Jerusalen, tomaron ramos de palmas, y saliéronlo á recibir, y clamaban los niños diciendo: Este es el que ha de venir para salvacion del pueblo. Este es nuestra salvacion y la redencion de Israel. ¡Cuán grande es este á quien salen á recibir los tronos y dominaciones! No temas, ó hija de Sion: He aquí, tu Rey viene para tí como está escrito, sentado sobre un pollino. Dios te salve, ó Rey, hacedor del mundo, que veníste á redmirnos.
Seis dias antes de la solemne Pascua, cuando vino el Señor á la ciudad de Jerusalen, le salieron á recibir los niños y llevaban ramos de palmas en las manos y clamaban en alta voz diciendo: Hosanna en las alturas: bendito seas tú que veniste con la muchedumbre de tu misericordia: Hosanna en las alturas.
Mucha gente con flores y palmas salieron á recibir al Redentor, y al vencedor triunfante rinden dignos obsequios: publican las naciones que él es hijo de Dios, y en alabanza de Cristo renuevan voces por los aires: Hosanna en las alturas.
Unamos nuestro obsequio al de los ángeles y los niños cantando á gloria del triunfador: de la muerte: Hosanna en las alturas.
Una gran muchedumbre de pueblo que habia acudido á la solemnidad del dia, clamaba al Señor: Bendito el que viene en nombre del Señor: Hosanna en las alturas.
Al volver la procesion, dos ó cuatro cantores entran en la Iglesia, y cerrando la puerta y vueltos de cara á la procesion, empiezan el verso: Gloria laus, y cantan los dos primeros versos. El Sacerdote permaneciendo con los demás fuera de la Iglesia los repite. Luego los que están dentro cantan los versos que se siguen , todos ó parte de ellos , segun mejor parezca: y los de fuera á cada dos versos responden: Gloria, laus, como en el principio.
Gloria, alabanza y honor sea a tí, ó Rey y Redentor Jesucristo á quien consagró pios loores la graciosa devocion de los niños.
Tú eres Rey de Israel é hijo esclarecido de David, bendito Rey que vienes en nombre del Señor.
℞. Gloria, alabanza, &c.
En las alturas te alaban todas las celestiales gerarquías, y en la tierra el hombre mortal con todas las demás criaturas.
℞. Gloria, alabanza , &c.
La plebe hebrea te sale á recibir con palmas: y nosotros aquí nos presentamos á tí con ruegos, votos é himnos.
℞. Gloria, alabanza, &c.
Aquellos te tributaban loores cuando ibas á padecer: nosotros te cantamos con dulces versos Rey inmortal.
℞. Gloria, alabanza, &c.
Aquellos te agradaron : agrádete tambien nuestra devocion, ó rey bueno, Rey benigno, á quien todo lo bueno agrada.
℞. Gloria, alabanza , &c.
Luego el Subdiácono da un golpe á la puerta con la cruz y al instante se abre y entra la procesion en la Iglesia cantando.
℞. Ingrediente Domino, &c.
Al entrar el Señor en la santa ciudad, los niños de los hebreos, anunciando la resurreccion de la vida, * con ramos de palmas clamaban: Hosanna en las alturas.
v. Habiendo oido el pueblo que venia Jesús á Jerusalen, le salieron á recibir: * con ramos de palmas, &c. Y no se dice Gloria Patri.
Luego empieza la Misa: y todos tendrán los ramos en sus manos mientras se canta la pasion y el evangelio solamente.
Señor, no alejes de mí tu auxilio, atiende á mi defensa: líbrame de la boca del leon, y de los cuernos de los unicornios á mi humildad.
v. O Dios, ó mi Dios, mira por mí: ¿por qué me has desamparado? Lejos están de mi salvación los clamores de [8] mis delitos.
Repítese: Señor, no alejes de mí, &c.
Omnipotente y eterno Dios, que [9] por dar á los hombres un vivo ejemplo de humildad, ordenaste que se vistiese nuestro Salvador de nuestra carne y padeciese muerte de cruz: concédenos benignamente que nos aprovechemos del dechado de su paciencia y merezcamos participar la gloria de su resurreccion. Por el mismo Señor nuestro, &c
Hermanos : [10] Hay en vosotros los mismos afectos que sintió en sí Cristo Jesús, [11] el cual teniendo la naturaleza de Dios, no tuvo por usurpacion el ser igual á Dios, mas se anonadó á sí mismo, tomando la forma de siervo, hecho semejante á los hombres y reconocido como hombre en la condicion. Humillóse á sí mismo hecho obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios tambien [12] le exaltó, y le dió nombre que es sobre todo nombre; para que al [13] nombre (se hinca de rodillas) de Jesús se Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/52 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/53 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/54 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/55 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/56 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/57 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/58 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/59 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/60 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/61 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/62 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/63 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/64 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/65 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/66 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/67 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/68 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/69 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/70 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/71 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/72 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/73 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/74 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/75 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/76 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/77 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/78 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/79 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/80 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/81 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/82 Página:Oficio de la semana Santa (1820).djvu/83 de ser hechos [14] hijos de Dios á los que creen en su nombre. Los cuales no han nacido [15] de sangre ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varon, sino de Dios. (Se hincan las rodillas.) Y [16] el Verbo se hizo carne y moró entre nosotros; y vimos su gloria, [17] gloria cual convenia al unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. En las misas privadas se lee al fin el evangelio: Cum appropinquasset,
- ↑ Hosanna. Voz de alamacion á modo de nuestro viva: como si dijera: Gloria, salud, viva el hijo de David.
- ↑ Panes del cielo. Este maná era figura de la santa Eucaristía, como el mismo Jesucristo lo declaró; pues habiéndole dicho los judíos: Nuestros Padres comieron el maná en el desierto, como está escrito; pan del cielo les dió de comer: respondió el Salvador: En verdad, en verdad os digo que no os dió Moisés pan del cielo; mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. (Jo. 31, 32.)
- ↑ Para probarlo. Dios nos prueba, no para saber lo que pasa en nosotros, pues todo lo sabe y conoce, sino para hacer que nos conozcamos á nosotros mismos, y nos persuadamos de nuestra flaqueza; y pidamos su ayuda y favor para obrar bien.
- ↑ Hija de Sion. A Jerusalen fundada sobre el monte Sion. Es hebraismo llamar hijas á las ciudades. Duhamel.
- ↑ Sentado sobre una asna &c. Dahamel discurre que á la subida del monte iria el Señor montado en la asna, y á la bajada sobre el jumentillo. Pero como los otros evangelistas solo hacen mencion de haber Cristo montado sobre el jumentillo, sin hablar de la asna, juzga Calmet que solo en el jumentillo, y no en la jumenta montó el Salvador. (Pereira híc.)
- ↑ Esto es de los ejércitos.
- ↑ Introito. Este introito es tomado del Salmo 21. Pueden verse las notas que sobre este Salmo van escritas el jueves santo al desnudar los altares.
- ↑ Mis delitos. Sobre el sentido en que llamó Jesucristo suyos los pecados nuestros. Véase la declaracion sobre el Salmo 21 el jueves al desnudar los altares.
- ↑ Por dar á los hombres &c. Señala aquí la Iglesia esta sola causa y calla las otras, para dar á entender, que de tal manera vino Jesucristo á curar la llaga de nuestra soberbia, como si viniera para este solo fin. Fr. Luis de Granada, Simb. de la fe, pág. 3, tract. i, cap. 16.
- ↑ Haya en vosotros &c. Exórtalos el Apóstol á la caridad y á la humildad, proponiéndolos á Jesucristo por dechado de ambas victudes.
- ↑ El cual teniendo &c. El cual no por ser hijo eterno de Dios, igual al Padre en la divinidad , dejó de humillarse á tomar forma de siervo, y sufrir la muerte mas cruel y afrentosa.
- ↑ Le axaltó. Sacándole glorioso del sepulcro, y subiéndolo al cielo , y sentándole á la diestra de su virtud. (Martini hìc.)
- ↑ Nombre de Jesus. Aunque este nombre fue dado al Salvador antes de ser concebido, parece con mas particularidad le conviene cuando vencida la muerte y destruido el pecado y sojuzgado el demonio y el infierno, dió fin glorioso á la obra de la redencion nuestra , que es la salud que el nombre de Jesus significa.
- ↑ Hijos de Dios. Con su muerte les abrió el camino de llegar á ser hijos adoptivos de Dios, y por consiguiente les dió derecho á la eterna felicidad.
- ↑ De sangre. La fe en J. C. no se adquiere con la genaracion natural, sino con la regeneracion espiritual que es obra del Espíritu santo.
- ↑ El Verbo se hizo carne. No mudando su ser, ni trocándose el Verbo en carne, sino uniendo la naturaleza humana con la divina en la persona del Verbo.
- ↑ Gloria cual &c. Esto es, gloria de santidad, de justicia, de verdad. (Martini hìc.)