Oración de la infancia
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.
Tú mandaste a tu sol que disipara
las sombras de la noche, y obediente
por la inflamada esfera
emprende su magnífica carrera.
Vida, belleza, acción, todos los seres
recobran ya; la tierra se engalana
de flores, y presenta
una nueva creación cada mañana.
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.
El sol llena los cielos,
y del trono gobierna
los astros que su marcha
siguen cumpliendo con su ley eterna.
Así también, oh Dios, pues el Sol eres
verdadero del mundo, ocupa, enciende
todos los corazones,
y dirige a tu ley nuestras acciones.
Si te es grata la voz de la inocencia,
escúchanos, Señor, bajo tus alas
pon a los que te adoran
y tu luz, tu piedad, tu gracia imploran.
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.