Tan sólo dos días después y, nuevamente gracias al empeño del diputado Montt, la Cámara de Diputados logró un acuerdo con el que se inició el intercambio de publicaciones parlamentarias (Boletines de Sesiones) con Parlamentos de otros países. Así se sumaron publicaciones de Argentina, Bolivia, Brasil, España e Inglaterra.
En agosto, un informe de la Comisión de Policía de la Cámara de Diputados, relativo a gastos generales de ésta, indicaba:
“suscripción a revistas i publicaciones estranjeras i adquisición de útiles para la misma biblioteca del Congreso...” 454,72 pesos. (Sesión en 22 de agosto de 1885).
Y un poco antes, el 24 de julio de 1885, asumió aquel bibliotecario cuyo sueldo se puntualizó arriba. Fue el abogado don Manuel Lecaros Reyes, quien se convertiría en el primer Director de la Biblioteca del Congreso Nacional (aunque a la época este cargo no existía, de aquí en adelante a los bibliotecarios jefes se les llamará así).
Del Director Lecaros, corresponde señalar que en 1943, cuando la Biblioteca cumplía sesenta años, salió publicada en la prensa de Santiago sólo una pequeña nota que recordaba su fallecimiento a la temprana edad de 39 años, el 1°de julio de 1901.
El segundo Director de la Biblioteca del Congreso fue el tesista de la carrera de Derecho, don Arturo Alessandri Palma.
Don Arturo, se desempeñó como bibliotecario, entre los años 1890 y 1893. Debe destacarse que a don Arturo le correspondió el período de la guerra civil de 1891, que enfrentó al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo, durante la Administración del Presidente de la República don José Manuel Balmaceda Fernández (1886-1891), quien resultó derrotado y del cual el Director Alessandri era opositor.
Cuatro años después, don Arturo comenzaba su carrera política siendo elegido diputado por Curicó, en el centro