Página:1891-Últimos escritos, Pedro Antonio de Alarcón.pdf/35

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

mar mucho te, mudarse de camisa todos los días, leerse de cabo á rabo un periódico, afeitarse, cuando menos, cada veinticuatro horas, y hablar mejor ó peor la lengua de lord Byrón. Combinadas estas graves formas con la viveza y gracia andaluzas (de que los hospitalarios hijos de Almería no pueden despojarse, por mucho que se afeiten y por blancos y tiesos que lleven los foques), resulta un conjunto agradabilísimo de buenos modos, ingenio, seriedad y gitanería que no inventara ni el mismo diablo... En cuanto á las hijas de la Ciudad, diré que este andalucismo britanisado no puede ser más seductor y delicioso, y que, por consecuencia de él, las almerienses (del propio modo que las malagueñias y gaditanas) son una especie de ladys agarenas, que, desde el piso alto, reinan sobre sus padres y maridos, afanados siempre en el escritorio del piso bajo...

Recuerdo que, cuando, siete años después, volví, según he dicho, á Almería, y penetré de lleno, como ya más hombre, en los mejores círculos de su sociedad,