diversos modos de distribucion de los grupos aislados que forma la materia cósmica; de las nebulosas irresolubles condensadas alrededor de uno ó de muchos centros, que llevan en sí mismas el signo de su antigüedad; y de las agregaciones de estrellas ó de los grupos esporádicos distintos que presentan rasgos de una formacion mas reciente. La reunion de estrellas de que nosotros hacemos parte y que podríamos llamar en este sentido una isla del Universo, constituye una capa aplanada, lenticular, aislada por todas partes; y se estima que su eje mayor es igual á setecientas ú ochocientas veces la distancia de Sirio á la Tierra, y el eje menor á unas ciento cincuenta. Para formar idea de la magnitud absoluta de la unidad de que se trata, puede suponerse que la paralaje de Sirio no escede á la de la estrella brillante del Centauro (O", 9128); en cuyo caso la luz emplearia tres años en recorrer la distancia que nos separa de Sirio; pues segun los admirables trabajos de Bessel sóbrela paralaje de la estrella 61 del Cisne (O", 3483) (34), estrella que por su movimiento considerable propio, hace sospechar su proximidad, un rayo luminoso que partiera -de este astro no podria llegar hasta nosotros sino despues de nueve años y tres meses.
Nuestro grupo de estrellas, cuyo espesor es relativamente poco considerable, se divide en dos ramas á un tercio próximamente de su estension; créese que el sistema solar está situado en él escéntricamente, no lejos del punto de division, mas cerca de la region en que brilla Sirio que de la constelacion del Águila, y casi en medio de la capa en el sentido de su espesor.
Ya hemos dicho mas arriba que midiendo sistemáticamente el cielo y contando las estrellas contenidas en el campo invariable de un telescopio dirigido sucesivamente hácia todas las regiones del espacio, es como se ha llegado á fijar la situacion de nuestro sistema solar, y á determinar la for-