rueda de molino, y su peso el suficiente para la carga de un carro. A pesar de las inútiles tentativas que hizo el viajero Brown para descubrirla, no renunció á la esperanza de que pueda un dia encontrarse, mas de 2300 años despues de su caida, aquella masa meteórica cuya destruccion no me parece admisible; esperanza tanto mas fundada, cuanto que la Tracia es al presente mas accesible que nunca á los Europeos. A principios del siglo X cayó un aerolito tan colosal en el rio de Narni, que, segun aparece de un documento descubierto por Pertz, sobresalia mas de una vara sobre el nivel de las aguas. Es preciso consignar aquí, que todas estas masas meteóricas, antiguas ó modernas, deben ser consideradas como los principales fragmentos del núcleo que se ha roto con explosion, ya en el bólide inflamado, ya en la nube oscura; porque cuando considero la enorme velocidad, matemáticamente demostrada, conque se precipitan las piedras meteóricas desde las últimas capas de la atmósfera hasta el suelo, y la corta duracion de su trayecto, no puedo resolverme á creer que un tan pequeño espacio de tiempo haya bastado para condensar una materia gaseiforme, convirtiéndola en un núcleo sólido, metálico, con incrustaciones perfectamente formadas de cristales de olivina, de labrador y de pirogeno.
Por lo demás, todas estas masas meteóricas tienen un carácter comun, cualesquiera que sean las diferencias de su constitucion química interna; y es, un aspecto bien pronunciado de fragmentos y frecuentemente una forma prismática ó piramidal de vértice truncado, caras anchas y un poco curvas, y ángulos redondeados. Ahora bien; ¿de qué puede provenir en los cuerpos que circulan en el espacio, como los planetas, esta forma fragmentaria, señalada primeramente por Schreibers? Confesemos que aquí, como en la esfera de la vida orgánica, todo lo que se refiere á los períodos de formacion está rodeado aun boj de profunda oscuridad.