dinar todos los documentos que pueden esclarecer la gran cuestion de las líneas isodinámicas. Por lo que á mí toca, he hecho para una pequeña parte de la América del Sud, el primer ensayo de un sistema isodinámico dividido por zonas. Estas líneas no son paralelas á las isodinámicas ó de igual inclinacion, pues dista mucho de ser cierto que el mínimum de intensidad de la fuerza magnética se halle en el ecuador, como se creyó al principio, ni es uniforme esta fuerza en parte ninguna. Comparando las observaciones de Erman en la parte meridional del Océano Atlántico, donde se encuentra una zona de débil intensidad (0,706) que va desde Angola por la isla de Santa Elena hasta las costas del Brasil, con las últimas observaciones del gran navegante James Clark Ross junto al Cabo de Crocier, resulta que la fuerza magnética se aumenta casi en razon de 1 á 3 hácia el polo magnético austral (polo situado en la tierra de Victoria al Oeste del volcan Erebo, cuyo nevado vértice se eleva á 3800 metros sobre el nivel del mar) (60). En efecto, la mayor intensidad magnética evaluada hasta ahora es de 2,052 (la unidad adoptada para este género de evaluacion es la intensidad determinada por mí en el Perú sobre el ecuador magnético); Sabine ha hallado que en el polo magnético norte, cerca de las islas de Melville, á los 74°27' de latitud septentrional, es solo de 1,624, al paso que en New-York, es decir, bajo la misma latitud de Nápóles, asciende á 1,803.
Los brillantes descubrimientos de Oersted, Arago y Faraday demuestran que existe una relacion íntima entre la tension eléctrica de la atmósfera y la tension magnética del globo terrestre. Segun Oersted, el conductor queda imantado por la corriente eléctrica que le atraviesa: y segun Faraday, del magnetismo nacen por induccion corrientes eléctricas. El magnetismo, pues, no es otra cosa que una de las formas múltiples bajo las cuales puede ma-