Hobert-Town, en Australia, nos dan la imágen, pero una imagen muy debilitada, de la formacion de los terrenos fosilíferos. Bajo influencias todavía poco conocidas, nuestros mares actuales producen incesantemente por vía de precipitacion, de aluviones y de cimentacion, en las costas de Sicilia, en las de la isla de la Ascension y en la laguna del rey Jorje (Australia), pequeños bancos calcáreos, en los cuales ciertas partes han adquirido una dureza comparable á la del mármol de Carrara (43). Estas formaciones del Océano actual han sepultado en las costas de las Antillas productos de la industria humana, y hasta esqueletos de la raza caribe (en Guadalupe). Los negros de las colonias francesas llaman á estas formaciones maconne-bon-Dieu (44). Háse encontrado en una de las islas Canarias, la de Lanzarote, una pequeña capa de oolita, que á pesar de su novedad recuerda el calcáreo de Jura, y es producto del mar y de las tempestades (45).
Las rocas compuestas son asociaciones determinadas de ciertos minerales simples, tales como el feldespato, la mica, la sílice, la augita y la nefelina. Los volcanes producen aun á nuestra vista rocas semejantes á las del mundo primitivo, si bien los elementos están agrupados diferentemente en las unas y las otras. Hemos dicho mas arriba (46) que no existe ninguna relacion entre los caracteres mineralógicos y la distribucion geográfica de las rocas; y en efecto, el geólogo se admira al ver en las zonas mas distantes del Norte y del Sud del Ecuador, repetirse los menores detalles en la disposicion alternada de las capas siluricas, y reproducirse los mismos efectos al contacto de las masas augíticas de erupcion. Consideremos ahora mas inmediatamente las cuatro clases fundamentales de rocas (clases correspondientes á cuatro fases de formacion) que nos presentan las capas estratificadas ó macizas de la corteza terrestre. Y ante todo, entre las rocas endógenas ó de erupcion que la geognosia