luz directa desarrolla en las células de los vegetales vivientes.
Si recorremos la escala térmica de los diferentes géneros de cultivo (95) empezando por aquellos que exigen mas cálidos climas, encontraremos sucesivamente la vainilla, el cacao, el pisang y el cocotero; y despues el ananas, la caña dulce, el árbol del café, la palmera, el limonero, el olivo, el castaño fino y la vid que produce vino potable. Estudiando la distribucion de estos diversos cultivos en los llanos y las vertientes de las montañas, es fácil comprender, que sus límites geográficos no están regulados esclusivamente por las temperaturas medias anuales. Así, pues, para que la viña dé vino potable (96), no basta que el calor medio del año esceda de 9° ½, sino que es preciso ademas que á una temperatura de invierno superior á + 0º 5, siga una temperatura media de 18º por lo menos durante el estío. En el valle de Garonne, en Burdeos (lat. 44° 50'), las temperaturas medias del año, del invierno, del verano y del otoño, son respectivamente: 13º, 8; 6°, 2; 21º, 7; 14°, 4. En las llanuras del litoral del mar Báltico (lat. 52°), donde el vino no es ya potable, aunque sin embargo se consuma, corresponden á dichos números los siguientes: 8°, 6; 0°, 7; 17°, 6; 8°, 6. Indudablemente debe existir una oposicion muy marcada entre estos dos climas, de los cuales el uno es eminentemente favorable al cultivo de la viña, mientras que el otro llega al límite en que este cultivo deja de dar producto; y parece por tanto sorprendente á primera vista que las indicaciones termométricas no señalen con mayor precision semejante diferencia; la estrañeza sin embargo, será menor considerando que un termómetro colocado á la sombra, enteramente al abrigo, ó casi por completo defendido de los efectos de la insolacion directa y de la irradiacion nocturna, no puede indicar la temperatura del suelo, libremente espuesto á tales influencias, ni las variaciones pe-