riódicas que afectan á la misma temperatura de una á otra estacion.
Las mismas relaciones de climas que se observan entre la península de Bretaña y el resto de la Francia, cuya masa es mas compacta, sus estíos mas cálidos y mas crudos sus inviernos, se reproducen hasta cierto punto entre la Europa y el continente asiático, del cual viene á ser la Europa península occidental. Debe Europa la benignidad de su clima, á su configuracion ricamente articulada; al Océano que baña las costas occidentales del Antiguo Mundo; al mar libre de hielos que la separa de las regiones polares; y sobre todo, á la existencia y situacion geográfica del Continente africano, cuyas regiones intertropicales irradian abundantemente y provocan la ascension de una inmensa corriente de aire cálido, al paso que las regiones situadas al Sud del Asia son en gran parte oceánicas. Haríase indudablemente mas fria la Europa (97), si el Africa se sumergiese; si saliendo la fabulosa Atlántide del fondo del Océano uniese la Europa con la América; si las aguas calientes del Gulf-Stream no se vertieran en los mares del Norte; ó si una nueva tierra, levantada por las fuerzas volcánicas, se intercalase entre la península Escandinava y Spitzberg. Á medida que avanzamos del Este al Oeste, recorriendo, en un mismo paralelo de latitud, la Francia, la Alemania, la Polonia, la Rusia, hasta la cadena de los montes Ourales, vemos á las temperaturas medias del año seguir una série decreciente; pero tambien al mismo tiempo que penetramos de este modo en el interior de las tierras, la forma del Continente se hace cada vez mas compacta, auméntase su anchura, la influencia del mar disminuye, y la de los vientos del Poniente se deja sentir menos: circunstancias en donde hay que buscar la principal razon del descenso progresivo de la temperatura. En las regiones situadas mas allá del Oural, los vientos del Oeste llegan ya á