que es al parecer uno de sus atributos. En el interior de los vegetales, el tejido celular de los órganos vése recorrido y vivificado incesantemente por las corrientes mas diversas: tales son las de rotacion, que suben y bajan, ramificándose y cambiando continuamente de direccion, segun se observa en las plantas acuáticas (nayades, haraceas é hidrocarideas) y en las plantas terrestres fanerogamas: tal es tambien el hormigueo molecular, descubierto por el gran botánico Roberto Brown, y del cual toda materia debe presentar algunos rasgos, siempre que se la reduzca á un estado de division estrema: tal es finalmente la corriente giratoria de los glóbulos del cambium (ciclosis) en un sistema de vasos particulares. Indicaré ademas los hilos celulares que se articulan y se arrollan en forma de hélice en las anteridies del chara y en los órganos reproductores de las hepáticas y de las algas; filamentos singulares en que Mayen, cuya temprana muerte lamentan las ciencias, creia encontrar alguna analogía con los espermatozoarios de los animales. Añádanse á dichas corrientes y á esta agitacion molecular los fenómenos de la endosmosis, de la nutricion y crecimiento de los vegetales, así como las corrientes formadas por los gases interiores, y se tendrá una idea de las fuerzas que obran independientemente de nuestra voluntad en la vida tan apacible en apariencia de los vegetales.
Desde la época en que describí en mis Cuadros de la Naturaleza la universal difusion de la vida sobre la superficie del globo, y la distribucion de las formas orgánicas, ya en altura, ya en profundidad, la ciencia ha hecho admirables progresos en esta senda, que debemos á los descubrimientos magníficos de Ehrenberg «sobre la vida microscópica que reina en el Océano y en los hielos de las regiones polares;» descubrimientos fundados, no en deducciones acertadas, sino en la observacion directa y cuidadoso estudio de los hechos. Desde esta época, la esfera ó mejor