dicho, el horizonte de la vida, se ha estendido ante nosotros: «Cerca de los dos polos, donde grandes organizaciones no podrian ya subsistir, reina en cambio una vida infinitamente pequeña, casi invisible, pero incesante. Las formas microscópicas recogidas en los mares del polo austral durante el viaje del capitAn Jaime Ross, ofrecen una riqueza esencialmente particular de organizaciones desconocidas hasta entonces, y por lo comun de notable elegancia. En los residuos de la fuente de los hielos que flotan en témpanos redondos allá por los 78° 10' de latitud, se han encontrado mas de cincuenta especies de poligástricos silíceos y de coscinodiscos, por cuyos ovarios verdes todavía, se comprende que han vivido y luchado fácilmente contra los rigores de un estremado friO. La sonda ha sacado en el golfo del Erebo, desde 403 á 526 metros de profundidad, sesenta y ocho especies de poligástricos silíceos y de phytolitharia, acompañados de una sola especie de polythalamia de concha calcárea.»
De todas las formas microscópicas, cuya existencia nos ha revelado hasta ahora la observacion en el Océano, los infusorios silíceos son los mas abundantes, aunque la análisis química no haya encontrado sílice en el agua del mar, cosa que por otra parte no debe estrañar, puesto que la sílice no podria subsistir en el agua sino en el estado de simple mezcla ó de suspension. Y no sucede esto solamente en algunos puntos aislados, el fenómeno es general, en los mares interiores ó cerca de las costas, donde el Océano se ve tambien poblado de corpúsculos dotados de vida, imperceptibles á la simple vista. Desde las investigaciones que Schayer ha hecho al volver de la tierra de Van-Diemen, en agua sacada del mar al Sud del Cabo de Buena Esperanza (á los 57° de latitud), y en medio de la zona tropical en el Océano atlántico, puede considerarse como demostrado, que el mar en su estado normal y cristalinas sus aguas, contiene