nieve en los dos lados del Himalaya, tenia en su apoyo la reconocida autoridad de Colebrooke. «Segun los documentos que poseo, me escribia en junio de 1824, encuentro tambien 13000 pies ingleses (3962 m.) para altura de las nieves perpétuas en la vertiente meridional y á los 31° de latitud. Las medidas de Webb me dan 13500 pies ingleses (4114 m.), por consiguiente, 500 pies (152 m.) mas que las observaciones del capitan Hogdson. Las medidas de Gerard confirman en un todo vuestra opinion, y prueban que la línea de las nieves es mas elevada al Norte que al Sur.» Hasta este año (1840), no se ha impreso el diario completo de los hermanos Gerard, bajo los auspicios de M. Lloyd (Narrative of a Joumey from Caunpoor to the Boorendo pass in the Himalaya by cap. Alexander Gerard and John Gerard, edited by George Lloyd, t. I, p. 291, 311, 320, 327 y 341). Se encuentran muchos detalles sobre algunas localidades, en la Visit to the Shatool, for the purpose of determining the line of perpetual snow on the southern face of the Himalaya, in Aug. 1822; desgraciadamente estos viajeros confunden sin cesar la altura en que cae la nieve esporádica con el máximun de la que alcanza la línea de las nieves en la meseta tibetana. El capitan Gerard distingue los picos que se elevan en el centro de la meseta, y en los que coloca el límite de las nieves perpétuas entre 18000 y 19000 pies ingleses (de 5486 á 5791 m.), de las vertientes septentrionales de la cordillera del Himalaya que rodean el desfiladero atravesado por el Sutledge, y cuyos flancos, profundamente surcados, no pueden irradiar mucho calor. La altura de la villa de Tangno es solo de 9300 pies ingleses (2835 m.), mientras que la de la meseta que rodea el mar sagrado de Manasa, debe ser de 17000 pies ingleses ó 5181 m. Tambien, hácia este punto en que se interrumpe la cordillera, el capitan Gerard encontró la nieve á 500 pies ingleses (152 m.) mas baja en la vertiente septentrional que en la meridional, frente al Indostan; y valúa en 15000 pies ingleses (4572 m.) la altura de las nieves perpétuas. La vegetacion de la meseta tibetana ofrece notables diferencias comparada con la de los terrenos meridionales que dependen de la cordillera del Himalaya. En estos últimos, las mieses cesan a los 3040 m.; á veces hasta hay que segarlas cuando los tallos están verdes; el límite superior de los bosques en que crecen aun grandes robles y pinos Dêvadâru, se halla situado á 3645 m.; el de los abedules enanos á 3957 m. En los llanos elevados, vió el capitan Gerard pastos hasta una altura de 5184 m.; los cereales dan resultados á 4300 m. y aun á 5650; los abedules de troncos altos á 4300 m., y se encuentran pequeños tallares que sirven de combustible hasta á 2300 m., esto es, 390 m. sobre el límite inferior de las nieves perpetuas, bajo el Ecuador, en Quito. Por otra parte, es de desear que la altura media de la meseta tibetana fijada por mí en 2500 m., solo entre el Himalaya y el Kouenlun, asi como la diferencia de altura de las nieves en las vertientes del Sur y del Norte, sean determinadas nuevamente por viajeros
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