vueltas por la niebla (garua) una parte del año. Esta aplicacion es de gran utilidad en aquella localidad por la corriente violenta; que vá del Sud al Norte hasta cabo Pariña, la cual haria que un navegante perdiese mucho tiempo, si por no conocer bien su latitud se dirigiese á la costa norte del puerto donde quisiera detenerse. Desde el Callao de Lima hasta Trujillo, en el mar del Sud, es decir, en una diferencia de latitud de 3°,57', he encontrado 9° (division centesimal) de variacion en la inclinacion de la aguja imantada; desde el Callao á Guayaquil por 9°,50' de diferencia de latitud, 33°,05 de diferencia en la inclinacion magnética (véase mi Relation historique, t. III, p. 622). En Guarmey (10°,4' lat. Sud), en Huaura (lat. 11°, 3'), y en Chancay (11°,22') las inclinaciones son respectivamente, 6°, 80; 9°, 00; y 10°35 de la division centesimal. Este método para determinar la latitud por medio de la brújula de inclinacion, es, pues, perfectamente aplicable cuando el buque camina cortando casi en ángulo recto las líneas isoclínicas, y tiene, sobre los demás métodos, la notable ventaja de no exigir la determinacion de la hora, ni por consiguiente la observacion del Sol y restantes astros. He descubierto muy recientemente que á fines del siglo XVI, veinte años despues de la invencion del Inclinatorium por Roberto Norman, William Gilbert propuso en su grande obra de Magnete, determinar la latitud por medio de la aguja imantada, cuando el cielo está nebuloso «aere caliginoso.» (Phisiologia nova de Magnete, l. V., c. VIII, p. 200). Edward Wright dice en el prefacio colocado al frente de la obra de su maestro, que proposicion semejante «vale mucho oro.» Pero como creia con Gilbert, que las líneas isoclínicas coincidian con los paralelos de la esfera, así como el Ecuador magnético con el Ecuador geográfico, no observó que este método no puede emplearse en todas partes, sino únicamente en ciertas localides.
^(45) Pág. 162.—Gauss y Weber. Resultate des magnet. Vereins, 1838. §31, p. 46.
^(46) Pág. 162.—Segun Faraday (London and Edinburgh Philosophical Magazine, 1836, t. VIII, p. 178), el cobalto puro no posee propiedad magnética alguna. Verdad es, que otros químicos célebres (Enrique Rose y Wæhler) no miran los esperimentos de Faraday como completamente decisivos. Sin embargo, si de dos pedazos de cobalto purificados cuidadosamente, y al parecer exentos de nikel, uno permaneciese indiferente al magnetismo (hablo del magnetismo en reposo), en tanto que presentase el otro algunas propiedades magnéticas, habría razon para suponer que el segundo no se hallaba bien purificado; por consiguiente me inclino á la opinion de Faraday.
^(47) Pág. 162.—Arago, en los Annales de Chimie, t. XXX, p. 214;