se encuentra el lago Titicaca, y del pavimento de las calles de la ciudad del Potosí. Segun el cálculo deducido por Vigne del punto de ebullicion del agua, la altura de Ladak es de 3046 m. Esta altura es tambien probablemente la del H'Lassa (Youl-Soung), ciudad enteramente monástica, rodeada de viñas y llamada por los escritores chinos Reino de la alegría; quizás están situadas estas viñas en cañadas muy profundas.
^(4) Pág. 318.—Véase Dove, Meteorologische Vergleichung von Nordammerika und Europa, en el Jahrbuch de Schumacher para 1841, p. 311 y Meteorologische Untersuchungen del mismo autor, p. 140.
^(5) Pág. 319.—El agua de lluvia que ha caido en París desde 1805 á 1822, es de 507 milímetros por término medio, segun Arago; en Lóndres, desde 1812 á 1827, de 632 milímetros; en Ginebra, por término medio de veinte y tres años de observacion, de 776 milímetros. En las costas del Hindostan, la cantidad anual de agua de lluvia varía entre 2924 y 3248 milímetros; en Cuba, el año de 1821, no cayó menos de 3600 milímetros. Véase acerca de la distribucion de la cantidad de agua de lluvia, segun las estaciones en la Europa central, las escelentes observaciones de Gasparin, de Schouw y de Bravais, en la Bibliotheque universelle, t. XXXVIII, p. 54 y 264; Tableau du climat de l'Italie, p. 76, y las notas con que ha enriquecido Martins su bella traduccion francesa de Kæmtz, Cours complet de Météorologie, p. 142.
^(6) Pág. 319.—Segun Boussingault (Économie rurale, t. II, p. 693) la cantidad de lluvia en Marmato (lat. 5° 27', altura 1425 m, temperatura media 20° 4) fué en 1833 y en 1834, de 1629 milímetros por término medio de los dos años, en tanto que en Santa Fé de Bogotá (lat. 4.° 26', altura 2647 m., y temperatura media 14° 5) no fué mas que de 1004 milímetros.
^(7) Pág. 320.—Para el detalle de esta observacion, véase mi Asie centrale, t. III, p. 85-89 y 567; acerca del estado higrométrico de la atmósfera en las bajas llanuras de la América del Sud, véase mi Relat. hist. t. I, p. 242-248, t. II, p. 45 y 164.
^(8) Pág. 320.—Kænitz, Vorlesungen über Metereologie, p. 117.
^(9) Pág. 321.—Acerca de la electricidad que proviene de la evaporacion á una temperatura elevada, véase Peltier, en los Annales de Chimie, t. LXXV, p. 330.