un haz de luz, al atravesar un cristal de doble refraccion, no se previa que, siglo y medio despues, el gran descubrimiento de la polarizacion cromática, de M. Arago, llevaría á este astrónomo-físico á resolver, por medio de un pequeño fragmento de espato de Islandia, las importantes cuestiones de saber si la luz emana de un cuerpo sólido ó de una envuelta gaseosa, y si la que los cometas nos envian es propia ó reflejada (16).
Una estimacion igual hácia todas las ramas de las ciencias matemáticas, físicas y naturales, es necesidad de una época en que la riqueza material de las naciones y su prosperidad creciente, están principalmente fundadas en un empleo mas ingenioso y mas racional de las producciones y de las fuerzas de la naturaleza. Basta arrojar una rápida mirada sobre el estado actual de la Europa para reconocer que, en medio de esta lucha desigual de los pueblos que rivalizan en la carrera de las artes industriales, el aislamiento y una lentitud perezosa, tienen indudablemente por efecto la disminucion ó el total aniquilamiento de la riqueza nacional. Sucede en la vida de los pueblos, como en la naturaleza, en la cual, segun feliz espresion de Goethe (17), «el desarrollo y el movimiento no conocen punto de parada, lanzando su maldicion á todo lo que suspende la vida.» La propagacion de graves estudios científicos contribuirá á alejar los peligros que aquí señalo. El hombre no tiene accion sobre la naturaleza ni puede apropiarse ninguna de sus fuerzas, sino en tanto que aprenda á medirlas con precision, á conocer las leyes del mundo físico. El poder de las sociedades humanas, Bacon lo ha dicho, es la inteligencia; este poder se eleva y se hunde con ella. Pero el saber que resulta del libre trabajo del pensamiento no es únicamente uno de los goces del hombre, es tambien el antiguo é indestructible derecho de la humanidad; figura entre sus riquezas, y es frecuentemente la