ofrecen materiales sin los cuales el estudio de las relaciones y del enlace de los fenómenos no tendría sólido fundamento.
Una observacion importante hay que añadir para demostrar claramente este enlace. A primera vista, al abrazar de una ojeada la vegetacion de un Continente en vastos espacios, vénse las formas mas desemejantes, como las gramíneas y las orquídeas, los árboles coníferos y las encinas, próximas unas á otras; y se ven por el contrario las familias naturales y los géneros, que lejos de formar asociaciones locales, están dispersos como al azar. Esta dispersion no obstante, es aparente. La descripcion física del globo nos muestra que el conjunto de la vegetacion presenta numéricamente en el desarrollo de sus formas y de sus tipos, relaciones constantes; que bajo iguales climas, las especies que faltan á un pais están reemplazadas en el próximo por especies de una misma familia; y que esta ley de sustituciones que parece consistir en los misterios mismos del organismo originario, mantiene en las regiones limítrofes la relacion numérica de las especies de tal ó cual gran familia, con la masa total de las fanerógamas que componen las dos floras. Asi es como se revela, en la multiplicidad de las organizaciones distintas que las pueblan, un principio de unidad, un plan primitivo de distribucion. Puede tambien reconocerse bajo cada zona diversificada, segun las familias de plantas que produce, una accion lenta pero continua sobre el Océano aéreo, accion que depende de la influencia de la luz, primera condicion de toda vitalidad orgánica en la superficie sólida y líquida de nuestro planeta. Diríase, valiéndonos de una bella frase de Lavoisier, que se renueva sin cesar á nuestra vista la antigua maravilla del mito de Prometeo.
Si aplicamos el método que tratamos de seguir en la esposicion de la descripcion física de la tierra, á la parte