fundo, de las leyes generales del Universo. Trátase pues aquí, de pintar el conjunto de los resultados adquiridos, dentro del punto de vista de la actualidad, en cuanto á la medida y los límites, como en lo tocante á la estension de este cuadro. Ahora bien: cuando se habla de los movimientos y de las transformaciones que se efectúan en el espacio, es el fin principal de nuestras investigaciones la determinacion numérica de los valores medios que constituyen la espresion misma de las leyes físicas. Estos números medios nos representan lo que hay de constante en los fenómenos variables, lo que hay de fijo en la fluctuacion perpétua de las apariencias. De aquí el que los progresos actuales de la física se manifiesten casi esclusivamente por pesos y medidas, con el objeto de obtener ó de corregir los valores numéricos medios de ciertas magnitudes. Podria, pues, decirse que los números, últimos geroglíficos que aun subsisten en nuestra escritura, son nuevamente para nosotros, pero en una acepcion mucho mas lata, lo que antiguamente eran para la escuela itálica: las fuerzas mismas del Cosmos.
Ama el sábio la sencillez de estas relaciones numéricas que espresan las dimensiones del cielo visible, la magnitud de los cuerpos celestes, sus periódicas perturbaciones y los tres elementos del magnetismo terrestre, la presion atmosférica y la cantidad de calórico que el sol irradia en cada una de las estaciones del año sobre todos los puntos de nuestros continentes ó de nuestros mares; pero esto no bastaria al poeta de la naturaleza, y menos aun á la muchedumbre curiosa que creen á la ciencia contemporánea estraviada en falsos caminos porque no responde ya sino con la duda á una multitud de cuestiones que se creyó en otro tiempo llegarian á entrar en su dominio, cuando no las declara absolutamente insolubles. Preciso es confesarlo: la ciencia actual, bajo una forma mas severa, con límites mas estre-