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ginacion, han contribuido tan poderosamente á propagar el estudio de las ciencias naturales y la aficion 4 los lejanos viajes, sobre todo en los tiempos modernos.
Los medios propios para difundir el estudio de la Naturaleza, consisten, segun ya tenemos dicho (1), en tres formas particulares bajo las cuales se manifiestan el pensamiento y la imaginacion creadora del hombre: 1.* la Eee apc¡On animada de las escenas y de las producciones naturales; 2.* la pintura de paisaje, "desde el momento en que ha El ARE á espresar la fisonomía de los vegetales, su feraz abundancia y el carácter individual del suelo que los produce; 3.* el cultivo mas estendido de las plantas tropicales y las colecciones de especies exóticas en los jardines y estufas. Cada uno de estos procedimientos podria ser objeto de grandes desarrollos, si nos propusiéramos trazar su historia; pero conviene mas al espíritu y plan de esta obra, limitarnos á algunas ideas esenciales, y que estudiemos en general cuán diversamente ha obrado la Naturaleza sobre el pensamiento y la imaginacion del hombre, segun las épocas y las razas, naa que por el progreso de la inteligencia se unieron la ciencia y la poesía compenetrándose cada vez mas. Para abarcar el conjunto de la Naturaleza, no debemos detenernos en los fenómenos esteriores; sino que es necesario que al menos hagamos entrever algunas de esas analogías misteriosas y morales armonías que ligan al hombre con el mundo esterior, y demostrar cómo al reflejarse la Naturaleza en el hombre ha quedado envuelta á veces en un velo simbólico que deja ha apercibir graciosas imágenes, haciendo otras veces que se desarrolle en él el noble gérmen de las artes.
Al enumerar las causas que pueden llevarnos hácia el estudio científico de la Naturaleza, debemos recordar tambien que impresiones fortuitas y en apariencia pasajeras, de la juventud, han decidido en muchas ocasiones de