Página:Alexander von Humboldt - Cosmos - Tomo II.djvu/184

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 176 —

ráneo, siendo como un retoño directo de la de los Griegos y los Romanos. La denominacion, demasiado esclusiva quizás, de literatura clásica, dada á las literaturas griega y latina, proviene de la conciencia que tenemos del orígen de nuestros conocimientos mas antiguos, de que sabemos de dónde arranca el impulso primero que nos ha hecho entrar en un círculo de ideas y de sentimientos relacionados íntimamente con la dignidad moral y la elevacion intelectual de una raza privilegiada (38). Aun considerando las cosas bajo este punto de vista, existe indudablemente un gran interés en investigar los elementos que partiendo del valle del Nilo y de la Fenicia, del Eufrates y del Indo, han venido por diversas sendas, harto poco esploradas hasta ahora, á refluir en el ancho rio de la civilizacion griega y latina. Pero estos mismos elementos los debemos á los Grriegos y á los Romanos, colocados estos últimos entre los primeros y los Etruscos. ¡Cuánto tiempo, con efecto, no ha trascurrido, antes de que los grandes monumentos de los pueblos que les habian precedido en la carrera de la civilizacion, hayan podido ser directamente observados, interpretados y clasificados segun su antigiiedad; antes de que se haya llegado áleer esos geroglíficos y esos caractéres ennerformes ante los cuales tantas veces habian pasado y repasado durante muchos siglos los ejércitos y las caravanas, sin sospechar siquiera su misterioso sentido!

Las dos penínsulas cuyas ricas articulaciones se destacan en la parte septentrional del mar Mediterráneo, han sido, pues, el punto de partida de la cultura intelectual y de la educacion política para los pueblos que poseen al presente y aumentan cada dia el tesorc imperecedero(así lo esperamos) de la ciencia y de las artes creadoras; para los pueblos que á su vez han ido á difundir la civilizacion á otro hemisferio, y que vanagloriándose de llevarle la esclavitud, han acabado á pesar suyo por implantar en él