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condensador que, modificado por le Roy, nos ha llevado insensiblemente á los métodos psicrométricos de Dalton, de Daniel y de Augusto, se conocian ya higrómetros absorbentes compuestos de sustancias animales y vegetales, y construidos por Santori en 1625, por Torricelli en 1646 y por Molineux, 4 imitacion de aquel de que se servia ya Leonardo de Vinci (86). Casi al mismo tiempo se emplearon cuerdas de tripa y briznas de yerba. Estos instrumen. tos, en yo"principio se fundaba en la absorcion de los vaporescontenidos enel aire por materias orgánicas, se hallaban provistos de agujas y de pequeñas pesas en equilibrio, y por la manera de estar construidos guardaban mucha semejanza con el higrómetro de cabellos, de Saussure, y con el higrómetro de ballena de Deluc. Pero faltaba á los 1instrumentos del siglo XVIT puntos fijos de sequedad y de humedad, tan necesarios para la comparacion y la inteligencia de los resultados, y que Regnault acabó por determinar. Otro inconveniente, aunque menos grave, tenian tambien dichos instrumentos, y era el temor de que las sustancias higrométricas perdiesen su sensibilidad con el tiempo. Pictet ha reconocido que un cabello de una momia guaucha de Tenerife, de mil años quizás de antigúedad, era aun bastante sensible para funcionar en un higrómetro de Saussure (87).
El fenómeno de la electricidad fué considerado por Guillermo Gilbert como el efecto de una fuerza particular, aunque muy análoga á la fuerza magnética. El libro en que está espresado este pensamiento, y en el cual encon— tramos por primera vez las palabras de fuerza eléctrica, fluldo eléctrico, atraccion eléctrica, es una obra de la que hemos hablado con frecuencia, la Mysiologia del iman y del globo terrestre considerado como un yran uan (De magno magnete Tellure), que apareció el año 1600 (88).«La propiedad de atraer
materias ligeras ó reducidas á polvo, dice Gilbert, cualquie-
