de los mamíferos de la yran familia de los cetáceos. La corona de estos dientes está conformada como en las fo— cas (96).
Lister hizo, desde el año 1678, la importante observacion: de que cada especie de rocas está caracterizada por fósiles: diferentes, y que las especies de los géneros Murex, Tellina, y Trochus, que se encuentran en las canteras del condado de Northampton, si bien es cierto que se parecen á las que habitan hoy los mares, observadas con mas detenimiento presentan diferencias específicas (94). El estado todavía imperfecto de la morfologia descriptiva, no permitia suministrar pruebas rigorosas en apoyo de aquellas magníficas adivinaciones. De esta suerte comenzó desde muy temprano á despuntar la luz que se extinguió á poco,. para resplandecer de nuevo en los grandes trabajos paleontológicos de Cuvier y Alejandro Brongniart; trabajos que renovaron la parte de la geognosia relativa á la formacion de los sedimentos (98). Atento Lister 4 la superposicion, regular de las capas, sintió primero que nadie la necesidad de mapas geogmósticos. Pero si estos fenómenos y el lazo. que los liga á una ó muchas mundaciones escitaban el 1n— terés; sila ciencia y la fé, auxiliándose mútuamente, producian en Inglaterra los sistemas de Rey, de Woodward, de Burnet y de Whiston; de otro lado la imposibilidad absoluta de distinguir mineralógicamente las partes esenciales que entran en la formacion de las rocas compuestas, hizo descuidar todo lo que se refiere á las materias cristalizadas y compactas arrojadas por las erupcio— nes, y ásu manera de transformacion. Aunque se admitia» un foco de calor en el centro del globo, no se consideraron. los temblores de tierra, los manantiales de agua caliente, ni las erupciones volcánicas, como producto de la reaccion del planeta contra su corteza esterior, sino como accidentes locales debidos, por ejemplo, á capas de hierro sulfurado que
