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e Iinflamáran por sí mismas. Los pueriles esperimentos de Lemery en 1700, tuvieron desgraciadamente una gran influencia en las teorías volcánicas por mucho tiempo, aunque estas teorías hubiesen podido ya elevarse á grado mas alto de generalidad, merced á la Protogwea de Leibnitz, obra en gran parte de imaginacion, publicada en 1680. La Protogiwra, mas poética á veces que las numerosas composiciones en verso del mismo filósofo recientemente dadas al público (99), enseña: «la escorificacion de la corteza terrestre, cavernosa, ardiente y brillante en otro tiempo con luz propia; el enfriamiento sucesivo de la superficie del globo, cuyo calórico se dispersa en medio de los vapores que le rodean; el depósito y la reduccion de los vapores atmosféricos á agua por un enfriamiento progresivo; el descenso del nivel del mar á consecuencia de la invasion de las aguas en las cavidades interiores del globo; y finalmente el hundimiento de dichas cavidades, de que ha resultado la caida de las capas terrestres ó, en otros términos, su inclinacion al horizonte.» La parte física de este cuadro fantástico y desordenado, ofrece, sin embargo, algunos rasgos que no deben desdeñar los partidarios de las nuevas ideas sobre geognosia, á pesar de los progresos que esta ciencia ha hecho despues en todas direcciones. De este número son: el movimiento de calor en el interior del cuerpo terrestre, y el enfriamiento de la tierra por consecuencia de la pérdida del calor irradiado á través de su superficie; la. existencia de una atmósfera de vapores; la presion que estos vapores ejercen sobre la superficie de la tierra mientras se opera la solidificacion de las capas; y el doble orígen de las masas fundidas y solidificadas, 6 depositadas por las aguas. En cuanto al carácter típico y á la distincion mineralógica de las diferentes especies de rocas, es decir, á la agregacion de ciertas sustancias, particularmente de las sustancias cristalinas que reaparecen en las mas apartadas
