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(47) Páz. 134.——Otíredo Muller, Efrusker, sce. 2, p. 162-178. Segun la tcoría augural de los Etruscos, teoría muy complicada, distinguíanse los relámpagos que eran benignas amonestaciones que enviaba Júpiter eselusivamente por un acto de omnipotencia, de los castigos eléctricos mas violentos, que segun la constitucion del Olimpo no podia imponer sino des pues de haber deliberado con los doce dioses. Véase Séneca, Quest. natur., 1. WM, ce. 41.
(48) Pág. 134.—Joh. Lydus, De Ostentis, edic. Hase, p. 18, in prefat.
(19) Pág. 135. —Estrabon, 1. KT, p. 139. V. Guillermo de Humboldt, ucher die Urbewohner Hispanicas, 1821, p. 123 y 131-136. Ultimamente de Sauley se ha ocupado con éxito en descifrar el alfabeto ibérico, como el ingenioso intérprete de la escritura cunciforme, Grotefend, se ha dedicado á los caractéres frigios y sir Carlos Fellow á los caractéres licios. V. Ross, Hellenica, 1846, t. Il, p. vyr.
(30) Pág. 136. —Véase Herodoto, 1. 1V, e. 42, y las notas de Sehweighaúser, t. II, p. 398, edic. de Lóndres, 1830. V, Humboldt, Asie centrale, t. 1, p. 34 y 371.
(51) Pág. 136. —Sobre la verdadera etimología del Caspapyrus de Hecatea (Fragmenta, edic. Klausen, núm. 149), y del Caspatyrus de Hero doto, (1. JM, ec. 102 y IV, 44) Véase Humboldt, Asie centrale, t. 1, p. 101-101.
(32) Pág. 136.—Psemetek y Aalimous. Véase mas arriba Cosmos, t. 11> p. 124, á
(33) Pág. 137. —Droysen, Geschichte der Bildung des heilenistichen Starter. systems, 1843, p. 23.
(54) Pag. 137.—Cosmos. t. 11, p. 10.
(35) Pág. 138.—Voelker, mythische Geographie der Griechen und Romer, 1832, 1.? parte, p. 1-10; Klausen, ueber die Wanderungen der To und des Herakles, en el Rheinisches Museum de Nichuhr y Brandis, 1829, p. 293-323.
(36) Pág. 138.—En el mito de Abaris (Herod.,1. 1V, c. 36) el taumaturgo no atraviesa por los aires sobre una flecha, pero lleva una flecha que Pitágoras le ha dado para ayudarle á vencer los obstáculos de un largo viaje.» (Jamblico, de Vita Pythag., e. 28, y. 191, edic. de Kiessling). Véase tambien Creuzer, Religions de l*Antiquite, t. 1, p. 266 y siguientes. de la traduccion de M. Guigniaut, con la nota correspondiente en las Aclaraciones.—Sobre el cantor de los Arimaspes, Aristeas de Proconeso, que desaparecia y reaparecia muchas yeces, véase Herodoto,1.1V, c. 13-183.
