(14) Pág. 1146.—Estrabon, 1. 11, p. 173. V, Examen critique, t. UI, p. 95.
(13) Pág. 117.—Droysen, Geschichte Aleganders des Grossen, p. 544, y freschichte der Bildung des hellenistischen Staatensystems, p. 23-34, 588-592, 148-155.
(6) Pag. 148.—Aristóteles, Política, 1. VII, c. 7, p. 1327, edic. de Bekker. Véase tambien 1. HI, c. 16, y el notable pasaje de Eratóstenes, en Estrabon, 1.1, p. 66; IT. p. 97.
(11) Pág. 148.—Stahr, Aristotelia, 2.* parte, p. 111.
(18) Pág. 149.—Sainte-Croix. Esamen critique des historiens P'Alexandre, p. 731; Schlegel, indische Bibliotek, t. 1, p. 130.
(19) Pág. 151.—V. Schwanbeck, de fide Megasthenis et pretio, en la edicion que ha dado de este historiador, p. 39-77. Megastenes visitó con frecuencia á Palibothra, mansion del rey de Magadha; era muy versado en la cronología de los Indios, y cuenta «cómo en épocas anteriores, el Universo habia vuelto tres veces á la libertad; cómo tres edades del mundo se habian cumplido, y cómo la cuarta habia empezado en su tiempo.» Véase Lassen, indische Alterthumskunde, t. J, p. 150. Las ideas de Hesiodo acerca de las cuatro edades del mundo, que se refieren á cuatro grandes revoluciones de los elementos y abrazan un espacio de 18,028 años, se encuentran tambien entre los Mejicanos. Véase Humboldt, Vues des Cordilleres el Monuments des peuples indigenes de 'Amérique, t. HT, p. 119-129. El estudio del Rigueda y del Mahabharata ha suministrado recientemente una prueba notable de la exactitud de Megastenes. Basta para asegurarse de ello comparar lo que dice acerca del Utara-kuru ó pais de los Bienaventurados, y sobre la longevidad de este pueblo, situado en la estremidad septentrional de la India (verosimilmente al Norte de Kaschmiren los alrededores de los montes Belurtagh), refiriendo esta narracion, como debia hacerlo naturalmente un Griego, al mito de los Hiperbóreos que no vivian menos de mil años. Véase Lassen, Zeitschrift fúr die Kunde des Morgenlandes, t. 1, p. 62. Ctésias despreciado durante mucho tiempo, refiere una leyenda que está de acuerdo con la narracion de Megasténes (Indica, C. 8, p. 249 y 285, edic. de Bohr). Ctésias ha citado, como animalesrealmente existentes, el Marticoras mencionado por Aristóteles (Hist. de Animal., 1. 11, c. 3, $ 10, t. 1, p. 51 edic. de Schnei der), los grifos mitad águilas y mitad leones, el Kartazonon de Eliano, y por último un asno salvaje con un cuerno en la frente. No hay que acusarle por cello de haberlos inventado; como obscrvan ya Heeren y Cuvier, habia visto representadas en monumentos persas, formas de animales
