de la Cevicisation égyptienne depuis Psammilichus jusqu á la conquéte d' Alexara dre, 1845, p. 16-19.
(23) Pág. 168.—Algunas observaciones meteorológicas sobre las causas: ludirectas de erecimiento del Nilo dieron ocasion á parte de estos viajes; porque Filadelfo, segun manifiesta Estrabon (l. XVI, p. 789), buscaba siempre distracciones nuevas para satisfacer su curiosidad y olvidar su debilidad corporal.
(24) Pág. 168.—Dos inscripciones relerentes á caza, una de las cuales, sobre todo recuerda las cacerias de elefantes de Tolomeo Filadelfo, fueron descubiertas y copiadas por Lepsius, en los colosos de Abusimbel (Ibsamboul). Véase Estrabon, 1, XVI, p. 169 y 170; Eliano, de Natura Animal., 1. UI, c.34 y XVIT, 3; Ateneo, 1. V, p. 196. Por mas que el marfil de la India se cite en el Periplus maris Erythreí como artículo de esportacion de Barygaza, sin embargo, segun Cosmas, la Etiopía enviaba tambien marfil á la península occidental de la India. En todos los tiempos, los elefantes se han ido retirando mas y mas hácia el Sud, aun en el Africa oriental. Segun el testimonio de Polibio (1. V. e. 81), cuando los elefantes africanos ¿indios se hallaban en frente unos de otros en un combate, el aspecto, el olor, y el ruido de los clefantes indios mas gran, les y mas fuertes, derrotaban á los clefantes de Africa. Nunca llegaron estos á reunirse en tan gran número como en las espediciones al Asia, donde Tchandragupta habia reunido 9.000, el poderoso rey de los Prasios 6.000, y Akbar otros 6.000. Véase Lasse n, indische Alterthumskunde1, p, 305-307.
25) Pág. 168.—Ateneo, 1. XIV, p. 654.. Parthey, das Alexandrinische Museum, p. da y 171.
(26) Pág. 169.—La biblioteca de Bruchium cra la mas antigua; fué destruida cuando el incendio de la flotaen tiempo de Julio César. La biblioteca de Rhakolis llenaba una parte del Serapeum, donde estaba reunida con el Museo; la coleccion de libros de Pergamo fué á enriquecer la biblioteca de Rhakotis, merced á la liberalidad de Antonio.
(21) Pág. 110. —Vacherot, Histoire critique de P École d'Alexondrie, 1846, t. T, p. v, y 103. Que el Instituto de Alejandro, como todas las corporaciones científicas, haya tenido, aparte de losescelentes efectos producidos por el concurso de los esfuerzos, y la reunion «le todos los ma teriales, el inconveniente de ejercer sobre los espíritus una influencia escesivamente dominante y esclusiva, es un hecho que la antigúedad misma ha reconocido frecuentemente. Antes que aquella ciudad, tan brillante en otro tiempo, fuese teatro de estériles cuestiones sobre la teología
