de Theon de Alejandría, victima del fanatismo cristiano, que la época tan debatida de la vida de Diofanto no puede ser posterior al año 359. Vúase la memoria sur lí origine greeque des Zodiaques prelendus eyyptiens, 1831, p. 26.
(45) Pág. 182.—Esta benéfica influencia de una lengua que al propagarse moraliza á los pueblos, inspirándoles sentimientos mas humanos, ha sido bien caracterizada por Plinio en su elogio de ta Italia (1. MI, e. 6): «Omniun terrarum alumna eadem et parens, numine Deum electa, que sparse congregarel imperia ritusque molliret el tot populorum discordes ferasque linguas sermonis commercio contraheret, colloquia et humanitatem homini daret, breviterque una cunetarum gentium in toto orbe patria fierct.»
(16) Pas. 183.—Klaproth, Tableauzx hist. de l* Asie, p. 65.
(47) Pág. 183.—A estas razas indo-germinicas, góticas ó arianas del Asia oriental, notables por sus cabellos rubios y ojos azules, pertenecen los Usunos, los Tinglingos, los Hutis y los Yuetas. Estos últimos son designados por los escritores chinos como una raza nómada del Tibet, que ya 300 años antes de nuestra era habia penetrado entre el curso superior del Huangho y el nevado Nauschan. Recuerdo este origen porque los seres están caracterizados tambien de «rutilis comis et ceernleis oculis.» (Plinio, 1. VI, c. 24). Ukert, Geographie der Griechen und Ramer, 3.* parte, sec. 2, 1815, p. 275. El conocimiento de estas razas rubias, que aparecen en las partes mas remotas del Asia hácia el Este, y lieron el primer impulso a la gran emigracion de los pueblos, es debido á las investigaciones de Abel Remusat y de Klaproth; y uno de los mas brillantes descubrimientos históricos de nuestra época.
(48) Pag. 181.—Letronne, Observations criliques eb archeológiques sur les representations zodiacales de l* antiquité, 1824, p. 99, y sur l' origine grecque des Zodiaques prelendus egypciens, 1837, p. 27.
(49) Pág. 184.—El súbio Colebrooke coloca á Warahamira en el sislo V de nuestra cra; á Brahmasupta á fines del VI, y deja el lugar de Aryabhatta incierto entre los años 200 y 400 d. de J. C. Holtzmanmn, Ueber den griechischen Ursprung des indischen Thierkreises, 1841, p. 23.
(30) Pág. 185.—Sobre las razones que conforme al testimonio del mismo Estrabon prueban que su gran obra de geografía fue comenzada ya en avanzada edad, véase la traduccion alemana de Groskurd, 1.? parte, 1831, p. XVIL
(31) Pág, 185.—Estrabon, 1. 1, p. 14; 11 p. 118; XVI, p. 7181; XVII, p. 798 y 815.
