Página:Alexander von Humboldt - Cosmos - Tomo II.djvu/429

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 421 —

mann. Desgraciadamente, un pasaje del historiador Genzi, de Bagdad, conservado por el célebre geógrafo Leon el Africano en un escrito titulado: de Viris inter Arabes illustribus, hace suponer que en el mismo Bagdad se quemaron gran número de originales griegos que se miraban como inútiles; pero este pasaje, susceptible de diferentes interpretaciones, como lo ha demostrado Bernhardy (Grundiss der griechischen Litteratur, 1.? parte, p. 489), contrario á la opinion de Heeren (Geschichte der classichen Litteratur, t. L, p. 135), no se refiere probablemente á los manuscritos importantes que estaban ya traducidos. Las traducciones árabes de Aristóteles han servido muchas veces para las traducciones latinas, por ejemplo, para los ocho libros de la Fisica y de la Historia de los animales; pero sin embargo, la mejor y mayor parte de las traducciones latinas ha sido hecha directamente del griego. Véase Jourdain, Recherches sur les traductions d'Aristote, p. 212-217. Se reconoce esta doble fuente en la memorable carta por la cual el emperador Fed erico ll de Hohenstaufen, recomendó las traducciones de Aristóteles á sus universidades, particularmente á la de Bolonia; carta que espresa sentimientos elevados y prueba que no era solamente por aficion á la Historia natural, por lo que Federico 11 estimaba las obras filosóficas, las «compilationes varias que ab Arislotele aliisque philosophis sub graecis arabicisque vocabulis antiquitus edite sunt.» Siempre hemos tenido puesta la mira en la ciencia, añade, desde nuestros primeros años, por mas que los cuidados del imperio nos hayan separado de ella. Empleamos nuestro tiempo con una aplicacion á la vez severa y apasionada en la lectura de obras escelentes, con el fin de que nuestra alma pueda regenerarse y fortificarse por adquisiciones, sin las que la vida del hombre no se rije liberalmente (ut anime clarius vigeat instrumentum in acquisilione scientiz sine qua mortalium vita non regitar liberaliter). «Libros ipsos tanquam promium amici Cosaris zratulantes accipite, et ipsos antiquis philosophorum operibus, qui vocis vestree ministerio reviviscunt agegregantes in auditorio vestro...»(V. Jourdain des Traductions d: Aristote, etc., p. 152-165, y la escelente obra de Federico de Raumer, Geschichte der Hohenstaufen, t. TI, 1841, p. 413). Los Arabes se presentan comolos intermediarios entre la ciencia antigua y la moderna. Sin ellos y sin la aficion que tenian á traducir, los siglos sisuientes hubiéranse visto privados de una gran parte de los descubrimientos que habia hecho ó se habia apropiado la Grecia. Bajo este punto de vista, las relaciones de que acabamos de hablar aquí, no tienen interés solamente, como podia creerse en un principio, para la filología comparada; importan tambien á la historia general del Mundo.

(99) Pág. 216.—Sobre la traduccion de la Historia de los animales de Aristóteles por Miguel Scot, y sobre un trabajo semejante de Avicena (Manuscrito de ¡a Biblioteca nacional de Paris, núm. 61493), véase Jour-