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de magníficas imágenes, y darle una conciencia mas alta de las fuerzas humanas. Cuando la espedicion de Alejandro, los Macedonios trajeron de los sombríos valles del Indostan y de los montes Paropamisos, Impresiones que se encuentran aun vivas muchos siglos despues en las obras de los grandes escritores. El descubrimiento de América renovó el efecto producido por la conquista macedónica, y ejerció mas influencia aun que las cruzadas sobre los pueblos occidentales. Por primera vez el mundo tropical ofrecia reunidos á las miradas de los europeos, la magnificencia de sus fecundas llanuras, todas las variedades de la vida orgánica escalonadas en la pendiente de las cordilleras, y el aspecto de los climas del Norte que parecen reflejarse en las mesetas de Méjico, de la Nueva Granada y de Quito. El prestigio de la imaginacion, sin la cual no puede haber obra humana verdaderamente grande, da singular atractivo á las descripciones de Colon y de Vespucio. Vespucio al pintar las costas del Brasil, da pruebas de un conocimiento exacto de los poetas antiguos y modernos. Las descripciones de Colon, cuando trazael dulce cielo de Paria y el vasto rio del Orinoco, que debe tener su nacimiento 6 lo que él cree, en el Paraiso, sin que por esto cambie el sitio de esta mansion, están impregnadas de un sentimiento grave y religioso. A medida que adelantó en edad, y que hubo menester luchar contra persecuciones injustas, esta predisposicion degenera en él en melancolía y quimérica exaltacion.

En las épocas heróicas de su historia, no se dejaron guiar los Portugueses y Castellanos únicamente por la sed del oro, como se ha supuesto interpretando mal el espíritu de aquellos tiempos. Todo el mundo se sentia arrastrado hácia los azares de las espediciones lejanas. Los nombres de Haiti, de Cubagua y de Darien, habian seducido las imaginaciones á los comienzos del siglo XVI, como suce-