Desde César, la pintura de paisaje llegó 4 ser en Roma un arte distinto; pero segun todas las muestras que se han obtenido de las escavaciones de Herculano, de Pompeya y de Stabies, las obras de este género apenas si ofrecian otra cosa que planos topográficos de la comarca. Mas bien habia el propósito de representar los puertos de mar, las casas de campo 6 los jardines artificiales, que no pintar la naturaleza en toda su libertad. Los (rriegos y los Romanos solo buscaban en el campo habitaciones cómodas, dejándose ¡impresionar bien poco de las bellezas románticas y salvajes. La imitacion podia ser fiel, en cuanto lopermitian, sin embargo, una indiferencia exajerada por lo comun hácia las reglas de la perspectiva, y el empeño de sujetarlo todo á un órden convencional.
Las composiciones en forma de arabescos, contra las cuales protestaba el gusto severo de Vitrubio, contenian plantas y animales dispuestos armónicamente manifestando alguna originalidad; mas, para valerme de las espresiones de Ofredo Muller, «no creyeron los antiguos que el arte pudiese nunca producir la predisposicion melancólica o la especie de presentimiento enque nos sumerje la vista de un paisaje; al pintar la Naturaleza, mas bien se propusieron esparcir el ánimo, que no inspirar una séria emocion (14).»
Hemos hecho ver por qué progresos análogos los dos medios que posee el hombre de hacer revivir la Naturaleza, la palabra inspirada por un lado y por el otro el dibujo, pudieron en la antigiúedad clásica conquistar una existencia independiente. Las muestras de paisaje al estilo de Ludio, halladas en las escavaciones de Herculano, tan felizmente proseguidas en estos últimos tiempos, son todas verosímilmente de la misma época, y pertenecen al muy corto espacio de tiempo que media entre Neron y Tito (15). La ciudad, en efecto, habia sido ya completamente destruida