FEMINISMO HOY ITA ERES CCT CMI ITE IEREIICATAT
APUNTES PARA UNA DEFINICIO
por Ana Santander
DISHUYUAO Y DALIDULO Y
. ES
Definir el Feminismo es una tarea ardua, di- fícil, porque son tan diversos los aspectos que engloba, tanto los valores que cuestio- na y tantas las denuncias que encierra, que una definición dejaría algo fuera. Además. hay una práctica feminista, un discurso fe- minista y una teoría feminista en construc- ción. Y aquí surge otra dificultad: no pue- de definírselo sólo como una ideología o una filosofía (e el sentido de implicar una concepción del mundo y del ser hu- mano) porque es también u: modo de vida.
Nos queda aún otra dificultad. Como hecho social que es, no permanece uni- forme, único e idéntico a sí mismo a lo largo del tiempo. Avanza y retrocede, dice y se desdice, adliiere o no a determi- nadas posiciones ideológicos o políticas; lo que permite objetivar el término y hablar de Feminismo liberal, socialista, marxista, radicalizado, etc. Adjetivado o no, todas las orientaciones se reconocen feministas; de modo que hay elementos básicos comunes a todas ellas:
El eje de la lucha, la práctica y la teoría |
feminista es la sociedad patriarcal.
El Feminismo descubre las zonas de con- flicto con la sociedad patriarcal y sus pro- puestas ante elles constituyen las reivin- dicaciones y logros que desea alcanzar.
La sociedad patriarcal (esclavista, feu- dal o capitalista, sin olvidar sus formas
-más arcaicas y primitivas) mantiene un
organización sexista en la que la muje
es discriminada en razón de su sexo. L
discriminación e inferiorización han v
riado en forma y contenido, pero se mar.
tienen (sirven como ejemplo: la ley pena. : la mujer que aborta, que es adúltera o qu
ejerce la prostitución; pero, para el varós que engendra, que es adúltero o que paga
o no hay pena o es menor).
Modificar esta situación es la tarea de Feminismo; consciente de que esa modifi cación conlleva a una transformación de rol asignado tradicionalmente al varón. La construccón de una sociedad que no coh- dicionen a mujeres y hombres, a vivir según moldes culturalmente predeterminados es una labor de ambos.
El primer paso en esta tarea es el cues- tionamiento de los valores, ideológica cos- tumbres y estructuras de la sociedad pa- triarcal, Del cuestionamiento surge la pro- blemática de lo que podríamos llamar la construcción de una teoría feminista.
Se centra en cuatro aspectos principa- les, de los que se destacan (de la forma más clara posible) las cuestiones funda- mentales sin entrar en polémicas ni deta- Mes.
1 SEXUALIDAD
La sociedad patriarcal, partiendo de di- ferencias biológicas, ha atribuido a muje- res y hombres patrones de comportamien-