la República modelo, será un pueblo próspero, feliz y respetado, mientras que independiente, será siempre un semillero de discordias intestinas, y en el porvenir, víctima de Santo Domingo ó de Cuba, pues ya los cubanos hace tiempo que lanzaron la especie, de que cuando ellos fueran independientes, harían de Puerto-Rico su presidio.
En cuanto á mi parecer sobre el porvenir que á Puerto Rico le aguarda, declaro con entera franqueza que no puede ser más pesimista y quiera Dios que me equivoque y vayan razones.
No se funda mi pesimismo en mero capricho ni por deducción de los hechos aislado que han llevado y llevan á cabo los americanos, ni en lo que ellos puedan conceder ó negar en este estado de cosas, que como ya he dicho en ocasión no lejana, es puramente transitorio y para mientras dure el régimen militar, que creo será para mucho tiempo.
Fúndase este pesimismo veraderamente desconsolador, en lo que los americanos puedan pensar y en el concepto que formen de nuestro pueblo, por los actos que desde el primer momento se han llevado á cabo.
Entiendo yo, que si los americanos al posar su planta en esta tierra que hoy les pertenece, hubieran encontrado un pueblo mesurado y circunspecto; que hubiera guardado prudente