MARÍA ALICIA DOMÍNGUEZ 193
Siento el deseo inmenso de abordar el avión azul de este nocturno profundo en que me duermo sobre todo lo humano y despierto en lo grande.
Rota la servidumbre que me ata a un corazón la ansiedad de infinito que ahoga al mío, enfermo alza sus alas fuertes, me aniquila y se expande.
NOCHE AZUL
Noche azul, noche honda... florecida de estrellas; afelpada de consuelo. ¡Cómo callan las voces de la vida, bajo la eternidad que arde en el cielo!
La antorcha del milagro está encendida... Siento crecer mis alas para el vuelo,
y hago girar la llave enmohecida
que abre el castillo blanco de mi anhelo.
Noche azul, noche honda, perfumada de silencio y misterios de infinito... Me inclino a ti, como a un brocal en sombra...
¡Abreme una ventana a la callada serenidad que vela tanto mito! Mi alma en la obscuridad, crece y se asombra.
NOCTURNO DE VERANO EN AGUAS DEL TIGRE Venimos del verano:
de un verano frutal, verde y alegre en un país fresquísimo de islas...