Doelia C. MIGUEZ
Nació en Buenos Aires. Desde su niñez reside en La Plata. Posee una sólida y amplia cultura literaria y musical y su labor poética ha merecido altos homenajes de jurados en certámenes literarios, y elogiosos comentarios de los críticos y escritores.
En los juegos florales que se realizaron en Tucumán el 11 de julio de 1907 en que actuó como presidente del jurado Ricardo Jaimes Freyre. la autora presentó bajo el pseudónimo “Ne ti meas quia ego tecum sum", su poema “El Nandubay”, por el que obtuvo medalla de oro y la publi- cación del trabajo en la “Revista de Letras y Ciencias Sociales” de Tu- cumán. Ese éxito constituyó la revelación y consagración de la poetisa, mereciendo, además de los elogios de crónica, juicios laudatorios de Carlos Guido Spano, José Santos Chocano, Vicente Blasco Ibáñez, Juan Antonio Cavestany, Alvaro Melián Lafinur, Julio Llanos y muchas otras perso- nalidades literarias. En 1910 publicó su primer libro de versos “Desde la sombra”, al que siguieron en 1913, “La rueca encantada” y en 1918, “Mar del Plata” (Apuntes rítmicos). Además del premio obtenido con “El Nandubay”, el diario “El Orden” de Tucumán le acordó una me- dalla de oro por el poema “A Tucumán”. En los juegos florales de Santa Fe obtuvo también una medalla de oro con el poema “El Mbaya”. En el certamen literario organizado bajo el patrocinio del Ate 1eo Hispano Americano con motivo del Centenario de la Independencia, »n 1910, se adjudicó el Gran Premio instituido por la Comisión Nacional del Cente- nario para la mejor composición poética que cantara a la histórica fecha, con su oda “El poema de un siglo”, que fué presentado bajo el lema: “Fui antorcha... ya soy sol”. En el concurso literario organizado por el Círculo de la Prensa de Rosario, el jurado integrado por Alberto Ger- chunoff, Alvaro Melián Lafínur, Carlos Alberto Leuman, Juan Alvarez y Juan de la Cruz Puig, premió con medalla de oro su poema “Lojlaqué”. También se adjudicó en los juegos florales celebrados en la misma ciu- dad, la plaqueta de oro donada por el diario “La Nación” para la mejor leyenda de asunto americano con su composición “La cortadera”. En los juegos florales de Salta obtuvo con su poema “Vencedores y vencidos”, el premio instituido por el Ministerio de Guerra de la Nación y un pri-
