32 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA AKGENTINA
La incompleta invención de las palabras aleja más y más,
¡qué angustia repetir toda la vida
la explicación que nada explicará!
Y sentir el horror de lo imposible frente a esa fatal
e infinita muralla de las almas
que ni el amor consigue derrumbar.
Y volver otra vez sobre lo andado después de tanto andar,
¡y de nuevo la trágica y profunda soledad!...
¡EN RE BEMOL!
Una luz se ha apagado y otra luz ya vacila. El dolor, que persiste,
En la cansada rueca sus pesadumbres hila; Su cadencia es tranquila
Y triste.
Dolor que no se exalta; dolor adormecido Cuyo ritmo incesante
Repercute en la hondura del corazón herido, Como un fuerte latido
Constante.
Dolor que se ha tornado monótono como una Cotidiana alborada;
O como el Soi de oro, que en la noche oportuna Se cambia por la Luna
Plateada.