464 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
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Frailes callados, sombríos, Cuyos impulsos bravios Domaron con fuerza ruda, Y van en éxtasis mudo, Con su virtud por escudo, 'Triunfando sobre la duda.
PLEGARIA
De nuevo hoy, ¡oh Señor! ante tus plantas Vengo a postrarme triste y humillada,
Y de nuevo mi alma acongojada
Llega implorando fuerzas a tu Cruz.
De nuevo débil, pálida, rendida,
Bajo el peso cruel que me doblega, Vengo a decirte cual la pobre ciega: ¡Señor, para mi noche dadme luz!
¡Vuelve hacia mí tus ojos bienhechores Faros de luz y eterna venturanza, Levanta de su tumba mi esperanza, Reanima mi aterido corazón!
Yo estoy como una flor pálida y mustia En el erial inmenso de la vida,
Como una alondra trémula y herida Que abandonada llora su aflicción.
Presto pasó la hermosa primavera, Languidecieron las nevadas rosas, Cual otrora las bellas mariposas No vuelven la pradera a engalanar. Opacas son y tristes las auroras, Está nublado el refulgente cielo
Y como ayer, en majestuoso vuelo No vienen las alondras a cantar.
