484 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
¡Mira cuántos pájaros revolando inquietos llevan en el pico paja para el nido! Los pájaros aman, igual que nosotros la dulce tibieza del hogar querido.
Compañera hermana, con las mismas ansias, con los mismos sueños, la misma alegría. ¡Vamos que ya es horal La campana suena... Sus voces se pierden en la lejanía.
Allá está la escuela. En ella los niños ansiosos esperan con tierno cariño. Flores de azucenas, manojos de nardos, lirios impolutos, almas de los niños.
LIRIOS BLANCOS
Blancos lirios solitarios que en la tarde agonizante se alzan tristes, pensativos, musitando una oración. Esos pétalos de nieve, ¿tienen almas sensitivas, tienen sueños, tienen ansias, tienen penas e ilusión?
Blancos lirios que se abren cuando el véspero titila; frágil ánfora que guarda el rocío bienhechor, cual estrellas que dormitan entre nubes de blancura y que brillan a lo lejos con un lánguido fulgor.
Blancos lirios cual las hostias por las almas veneradas que en su seno sacrosanto guarda el cuerpo del Señor. Blancos lirios, blancas almas de inocentes criaturas que han volado hacia los cielos, que no saben de dolor.
Blancos lirios cual las alas de palomas mensajeras, mensajeras de alegría, portadoras de ilusión. Blancos lirios, blancos sueños de la infancia fenecida, bello ensueño ya pasado que conmueve el corazón.
