lucha de que había de resultar independiente un mundo entero.
Bolivar, Morelos, San Martin, se buscaban anhelantes con el pensamiento en ese océano de llanuras, de bosques y montañas vírjenes que fueron teatro de la lucha de la emancipación, deseándose mutuamente el acierto y la victoria en la idéntica causa que sostenían.
Camilo Enriquez no reconoce en los Andes el poder de separar en dos patrias el suelo chileno y el argentino, y electriza simultáneamente con sus escritos republicanos á Santiago y á Buenos Aires. El Dr. D. Bernardino Vera, ignorado y completamente desconocido á las márjenes del Paraná, donde tuvo su ilustre cuna, vivirá eternamente en los fastos de la revolución chilena, como pensador, como majistrado, como poeta, como patriota.
A este tenor, muchos otros americanos fueron del mismo modo de pensar que Rocafuerte. Miembros de una misma familia por los principios, las aspiraciones y los fines, siguieron el rumbo que el destino quiso señalarles y cultivaron el campo de la independencia con la pluma y la espada como una heredad común. Las victorias de Boyacá y de Maypu alcanzadas por dos distintos héroes en dos opuestos estremos de la América española, son tan hermanas como Leutres y Mantinea.