San Martín los 10,000 pesos que por indemnización de gastos de viaje le había concedido el Cabildo, para fomentar la biblioteca pública de Santiago, fué nombrado Vera para aplicar aquella cantidad al noble objeto á que era destinada.
Pero, en nuestro modo de ver, el gran servicio prestado por nuestro compatriota á la sociedad chilena, fué el haber contribuido a templarla en el fuego que iba cundiendo desde las orillas del Plata, y á despertar en ella ese entusiasmo atrevido sin el cual se quedan los pueblos á medio andar en el camino de su gran propósito.
El Dr. Vera que se confiesa poco dado á la historia, había nacido poeta y acertaba sin violencia á herir el corazón con sus versos, sus canciones eran populares; todos las repetían; —y el autor mismo cubierto con el gorro frigio, resucitado por los jacobinos franceses, aparecía en los banquetes patrióticos entonando himnos que había compuesto pocas horas antes. Compréndese, cual seria el entusiasmo que se despertaba en los que le oían y juntaban sus voces á la suya, al leer las estrofas de uno de aquellos raptos líricos:
- El augusto día
- Empezó á brillar
- En que los esclavos
- Puedan respirar.