en su tiempo por escritores de nota como Evaristo Ferreira y el vizconde de Cayrú. Echeverría denominó consuelos a la primera colección de poesías que publicó en 1834. «He denominado así estas fugaces melodías de mi lira, decia el autor en una nota, porque ellas divirtieron mi dolor y han sido mi único alivio en dias de amargura. Ellas pintan en bosquejo el estado de mi animo en una época funesta»... Los Consuelos eran el canto de la resurrección penosa de una alma que casi habia naufragado para siempre. Los Suspiros Poéticos salvaron á su autor á las puertas ya del sepulcro sembrándole de agradables perspectivas para lo futuro el tiempo de su convalescencia. «Moribundo estaba, dice Magalháes, cuando mis amigos los mandaron imprimir para consolar el último crepúsculo de mi existencia.
Querían adormecerme el alma y volverla á la vida. Lo consiguieron, y este libro fué mi salvador.
El Sr. Magalháes recobró sus fuerzas para emplearlas en nuevas y mas serias tareas: escribió varios dramas, el Olgiato, Antonio José, Mazanielo etc., y cooperó como secretario del ilustre Barón de Caxias á la hábil pacificación de Rio Grande, trabajo en que no brilló menos la discreción que la clemencia, únicos remedios heróicos para