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Página:Apuntes para la historia de Marruecos.djvu/155

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HISTORIA DE MARRUECOS

Mohammed con numerosas fuerzas. Dióse una batalla de poder á poder en las afueras de la ciudad, que ganó Ismael, aunque á costa de mucha sangre y peligros, y el vencido Muley Mohammed tuvo que refugiarse en la serranía de Tarudante, donde se hizo fuerte por algún tiempo. Allí le siguió la saña del tío, que, haciéndole prisionero por traición de los mismos que le seguían, le mandó degollar y quedó tranquilo en el trono. Así comenzó el largo reinado de aquel príncipe, que fué, según el autor de la Misión Historial, «el rey más obedecido y temido que estampan los anales mauritanos; el más cruel para los moros y para los cristianos y misioneros; el más benigno en los últimos años». Envió Muley Ismael todos los cautivos cristianos de Marruecos á Fez, y permitió que los misioneros españoles trasladasen á esta ciudad el convento que ya tenían fundado en aquélla. Luego desarmó la ciudad de Fez, poniendo en ella un gobernador ordinario, y reduciéndola á ciudad particular; y fijó su residencia en Mequinez, que fué hermoseado en su tiempo con una grande alcazaba y otros edificios. Prendió á todos los que, por ser ó pretender que eran descendientes de xerifes, podían estorbarle, y á unos los mandó degollar y á otros los encerró donde no pudieran causarle riesgo alguno. No por eso, sin embargo, se libró de disgustos. Tenía un hijo, llamado Muley Mohammed, al cual amaba en extremo, educándole como príncipe, mientras que á todos sus hermanos los hacía vegetar en la más ruda ignorancia. Era este Mohammed hijo de una cristiana hermosísima, nacida en Georgia, que fué por mucho tiempo favorita de Ismael. Dejóla al fin éste por los encantos de una negra gorda y deforme, llamada Leila Aixa, de