Página:Apuntes para la historia de Marruecos.djvu/188

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
182
APUNTES

la cual manifestaba deseos de ventilar amistosamente la cuestión promovida, respetando el tratado. En consecuencia de esto, pasó un comisionado español á Tánger, vino otro marroquí á Málaga, y se convino en la paz. Confirmóse ésta definitivamente en el convenio de amistad y comercio concluido en Tánger á 30 de Mayo de 1780 entre el conde de Floridablanca y Sidi-Mohammed-ben-Otoman, nuevo embajador del sultán cerca de la corte de España, y en el arreglo especial de 1782 sobre los límites del campo de Ceuta. Las resultas de esta embajada y de estos tratados, leal y benévolamente cumplidos por el magnánimo sultán y ratificados tal vez por el arreglo de 1785, hoy desconocido, se describen con muy curiosos pormenores en la famosa Representación del ministro Floridablanca á Carlos III. «Se logró, dice, reducir al rey de Marruecos á enviar á V. M. al embajador Ben-Otoman como por una satisfacción ó demostración pública de reconciliación de la parte de aquel soberano, y por este medio se renovó y mejoró el tratado de paz con él y se consiguieron las ventajas que son notorias durante la última guerra con la Inglaterra. Parecería increíble, si no se hubiese visto, lo que aquel príncipe moro ha hecho en obsequio de V. M., franqueando sus puertos á las naves del bloqueo de Gibraltar, permitiéndolas perseguir y detener á las enemigas dentro de ellos, facilitándonos víveres y auxilios para nuestro campo con pocos ó ningunos derechos; y finalmente, depositando en nuestro poder parte de sus tesoros como una prenda de seguridad de su conducta. Con la amistad de aquel monarca pudimos dejar nuestros presidios sin considerables guarniciones, sacar de Ceuta mucha porción de