puesto sobre las pates, que tirando
con Hércules y Céspedes ganara,
si en gabinete chico muy pintado
la grande barra de sesenta libras
con ronco aliento y furia despidiera
dando la vuelta al musculoso cuerpo,
aún más que enamorar, estremeciera.
Pero de Apolo la arte lisonjera
halló en cualquiera parte proporciones
en todos los lugares y ocasiones;
con ella engañarás á las que engañan,
con ella harás creer que dar intentas
aún lo que de no dar intención tienes;
huye frases extrañas y violentas;
pues ¿quién sino el que está falto de mente
declamará delante de la amiga?
Ni tampoco tu boca obscena diga,
si no es en muy precisa coyuntura,
jocara, derjo, nesjóco ni ñoco,
(transposición se llama esta figura);
en las dos lenguas madres, ni tampoco
ignorar sus tres hijas se consiente;
y aunque á Narciso venzas en lo hermoso,
la hermosura del alma es permanente.
No fué hermoso, mas fué muy elocuente
Ulises, el sufrido en los trabajos,
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ARTE DE LAS PUTAS