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Página:Aventuras de Arturo Gordon Pym (1861).djvu/29

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les por lo menos sospecho ahora que eran para imaginacion, muy capaz de obrar sobre su temparamento entusiasta como el vino y sobra una imaginacion algo sombría, pero siempre ardiente.

Y lo estraño era, tambien que al pintarme sobre todo los mas terribles momentos de angustia y desesperacion de la vida del marino, conseguía cautivar mas poderosamente todas mis facultades de pensar y de sentir, en favor de tan novelesca profesion. En cuanto al lado brillante de la pintura solo despertaba en mí una simpatía muy limitada. Todas mis visiones eran de naufragio y de hambre, de muerte ó cautiverio en las tribus bárbaras, de una existencia de dolores y de lágrimas pasada en alguna, roca pardusca y desnuda, en un océano inaccesible y desconocido.

En tus sueños y estos deseos (porque llegaban á ser deseos) son muy comunes, como despues, se me ha dicho, entre la numerosa familia de los hombres melancólicos; pero en la época á que me refiero los consideraba yo como relámpagos proféticos de un destino á que me sentia, por decirlo así, consagrado, Augusto, entraba perfectamente en mi situacion de ánimo, y realmente es probable que nuestra intimidad hubiera tenido por resultado un cámbio recíproo o de parte de nuestros caractéres.

Ocho meses, poco mas ó menos, despues

(AVENTURAS DE ARTURO GORDON PYM.) tom. i.
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