del desastre del Ariel la casa Lloyd y Uredemburg, (casa relacionada hasta cierto punto con la de los Sres. Enderby, de Liverpool, si no estoy engañado) tuvo la idea de reparar y equipar el brick Grampus para una pesca á la ballena. Era un casco viejo apenas capáz de sostenerse en la mar, aun despues de haber hecho todo lo posible para recomponerlo. Por qué razon fue escogido con preferencia á otros buenos buques pertenecientes á los mismos propietarios, no lo sabré decir; pero el hecho es que fue escogido. Mr. Barnard quedó encargado del mando y Augusto debia marchar con él.
Mientras equipaban el brick me instaba con frecuencia para que aprovechase la escelente ocasion que se ofrecia de satisfacer mi deseo de viajar. A veces me hallaba muy dispuesto á escucharle, pero la cosa no era tan fácil de arreglar. Mi padre no se oponia directamente; pero mi madre sufria ataques de nervios así que se trataba del proyecto; y lo peor de todo fue que mi abuelo, de quien yo esperaba mucho, juró que no me dejaría un cuarto si volvía á hablarle del asunto.
Pero estas dificultades, lejos de amortiguar mi deseo, fueron como echar aceite en el fuego. Resolví marchar á todo evento y cuándo hube comunicado mi resolucion á Augusto nos ingeniamos para hallar un plan y poner lo por obra. Sin embargo, me guardé muy