dijo Holmes.—No es papel inglés, seguro. Póngalo usted contra la luz.
Hice lo que me decía, y vi una E grande con una pequeña g, una P, y una G grande con una pequeña t entrelazadas, en el tejido del papel.
—¿Qué cree usted que es eso?—me preguntó Holmes.
—El nombre del fabricante, sin duda; ó, mejor dicho, su monograma.
—Nada de eso. La G con la pequeña t significan «Gesellschaft», que es la traducción de la palabra «Compañía» en alemán: se acostumbra abreviarla así como en inglés se emplea la abreviatura «Co». P, por supuesto, quiere decir «papel». Ahora veamos la Eg. Miremos la Guía Continental. — Y tomó de su estante un pesado volumen color café. — Eglow, Eglonitz... ya llegamos; Egria. Está en país de lengua alemana, en Bohemia, no lejos de Carlsbad. «Notable por haber ocurrido allí la muerte de Wallenstein, por sus numerosas fábricas de vidrio y de papel». Ja, ja, amiguito, ¿qué dice usted de eso?
Los ojos le brillaban, y exhaló de su cigarrillo una gran nube triunfante.
—El papel ha sido hecho en Bohemia—contesté.
—Precisamente. Y el hombre que ha escrito la carta es alemán. ¿Nota usted la peculiar contracción de la frase: «Estas informaciones de usted hemos de todas partes recibido.» Un francés ó un ruso no podrían haber escrito eso: sólo