Página:Aventuras de Sherlock Holmes - Tomo I (1909).pdf/14

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
12
Aventuras

Entró un hombre que no tendría menos de seis pies y seis pulgadas de alto, con el pecho y los miembros de un Hércules. Su traje era rico, con una riqueza que, en Inglaterra, sería considerada como vecina del mal gusto. Anchas bandas de piel de Astrakán abultaban las bocamangas y las solapas de su saco cruzado, y el gabán azul obscuro puesto sobre sus hombros estaba forrado de seda color de fuego, y asegurado al cuello con un broche formado por un resplandeciente berilo. Unas botas que le subían hasta la mitad de la pierna y que en la parte alta estaban bordadas con rica piel de color habano, completaban la impresión de barbárica opulencia que sugería todo el aspecto de la persona. Llevaba en la mano un sombrero de anchas alas, y en la parte superior de la cara, hasta abajo de los pómulos, una careta negra, que sin duda acaba de ponerse, pues al entrar tenía todavía levantada la mano. Por la parte inferior de la cara, parecía ser hombre de carácter firme: tenía el labio inferior espeso y caído, y el hueso de la barba cortado en línea recta, indicio de decisión llevada hasta la obstinación.

—¿Ha recibido usted mi carta?—preguntó con voz profunda y áspera y un dejo alemán fuertemente acentuado. —En ella anuncié á usted mi venida.

Y nos miraba á uno y á otro, como si no supiese á cuál de los dos dirigirse.

—Ruego á usted que tome asiento—dijo Hol-